II

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Pasaron los días y no hubieron noticias de Donghae ni del otro abogado. Aunque eso le había resultado un respiro después de tanta angustia, Hyukjae no quería bajar la guardia. Eso no quería decir que fueran días malos, pues con la compañía de Heechul y Kyuhyun (quienes no lo dejaban solo en ningún momento) se sentía menos abandonado.

Tal como ahora, que sus amigos se habían aparecido sorpresivamente a la hora del almuerzo. Los tres comieron felizmente ramen samyang y soju para acompañar; así que el ambiente se estaba poniendo un poco alegre.

—Kyuhyun-ah~ Sigues teniendo el mismo aguante que en los viejos tiempos. Hyung está orgulloso —Exclamó Heechul, muy feliz, y con las mejillas sonrojadas por el alcohol.

—Ya extrañaba beber contigo, hyung. —Kyuhyun rió, aunque él seguía sobrio.

Por su parte, Hyukjae apenas y había tocado su primer botella. Le gustaba beber, pero era malísimo controlando la bebida; por lo que le daba miedo terminar en un coma etílico dado su estado emocional. Así que prefería abstenerse.

—Siempre le dije a Hyukjae-ah que te hubiera elegido a ti en vez de Lee Donghae. ¡Ah, ese bastardo! Cuántos problemas nos habríamos evitado.

La verdad es que lo que Heechul había dicho no era del todo cierto. Su hyung adoró a Donghae incluso más que a Hyukjae en la actualidad, por lo que estaba encantado de verlos juntos. El caso fue que su amistad se deterioró de una manera irreparable, y de ahí no han vuelto a hablarse. Lo que sí es cierto fue que una vez Heechul dijo, sin pensar y arrepintiéndose al instante, que hubiera preferido que Hyukjae se quedara con Kyuhyun en vez de un ingrato como su antiguo dongsaeng.

—Hyung... —Protestó, ganándose una risa de Kyuhyun.

—Bueno, pero eso puede arreglarse —dijo Kyuhyun mirándolo con cariño—. Podría invitarte a salir. Claro, siempre y cuando estés de acuerdo.

Heechul le dio una mirada cómplice, lo que hizo que las orejas de Hyukjae se pusieran rojas.

—¿Salir... como una cita? —Hyukjae inquirió con cuidado, solo para asegurarse que había entendido bien.

—Claro —Su amigo repuso con nerviosismo, rascándose la cabeza—. Por favor, no te sientas obligado a aceptar; sólo se me ocurrió decirlo. Sé que no es un buen momento y que todavía amas a Donghae, y está bien. Es sólo que... siempre te he querido, y si me das la oportunidad, yo podría hacerte muy feliz.

—Creo que sobro aquí —murmuró Heechul, bebiendo más soju, sin moverse de su sitio. Aunque nadie le había prestado atención.

Hyukjae, por otro lado, se quedó callado. Sopesando las palabras de Kyuhyun.

Siendo honestos, era demasiado pronto para comenzar a tener algo con alguien más; más allá de querer darle luto a su matrimonio o no, era porque sus sentimientos estaban hechos líos. Además, su corazón únicamente aclamaba a Donghae, no a nadie más; con el simple hecho de pensar en la probabilidad de que Kyuhyun pudiera acaparar el amor que le pertenece a su ex esposo, ya lo hacía resentirse irracionalmente con él.

También estaba el hecho de que no sería muy justo para Kyuhyun entregarle un corazón hecho trizas para que lo arreglara, pudiendo lastimarlo en el camino. ¿Y qué pasaba si al final no terminaba sintiendo nada por Kyu? O peor aún, ¿y qué pasaba si sí se enamoraba y al final no funcionaba? ¿Y si lo dejaba por alguien más? ¿Y si se cansaba de Hyukjae?

No, lo mejor sería declinar su oferta. Su corazón ya no podría soportar otra decepción de ningún tipo.

Entonces recordó lo cálido que se sentía estar bajo su protección y que su corazón dejaba de llorar al sentir la compañía de ese hombre que lo amó desde la juventud. Sabía que era muy egoísta retenerlo para sí, pero era demasiado cobarde para realmente soltarlo. A la larga, sabía que tarde o temprano recurriría a su cuidado, ¿por qué no hacerlo ahora? A lo mejor las cosas resultaban diferentes. Probablemente Kyuhyun no lo soltaría, así que no debería preocuparse por eso, sólo tenía que aprender a amarlo.

True love suicideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora