Capitulo 3.

23 3 1
                                    

Escucho un molesto ruido que no me deja dormir en tranquila paz, cuando caigo en cuenta me doy cuenta que es mi teléfono que está sonando. Tallo mis ojos para así poder abrirlos y buscar el maldito teléfono, cuando lo encuentro veo que es Delgado, ¡Maldito bastardo!

-Espero tengas que decirme algo muy, pero muy importante como para despertarme. –Termino de decir para dejarlo hablar.

-Uy, pero que humor. Bueno, al grano Evans, los planes cambiaron y me temo qu... -¿Cómo que cambiaron? No lo dejo terminar y hablo.

-Oye, oye ¿Cómo que los planes cambiaron? No me jodas con eso. –Oh, como le encanta hacerme molestar, por lo que veo.

-Si cierras tu maldita boca y me dejas terminar sabrás lo que te quiero decir. –Le digo que continúe y lo hace. –Bueno, el cabron de Mcurdy me llamo diciendo que no pagaría nada así que,  tienes que adelantar el trabajo y es para hoy, no quiero problemitas Evans. –Jodido idiota, lo voy acabar con mis propias manos.

-Entendido, todo acabara esta noche, tranquilo. Nos vemos. –Para así terminar la llamada. No puede ser, jodido Mcurdy no sabe con quién se metió, lo hare pagar todo con mis propias manos. Veo la hora, son las 18:30, mejor me voy arreglando para ganar tiempo, antes que la loca de mi madre empiece con sus gritos. Entro al cuarto de baño abro el agua para esperar que se caliente un poco, me despojo de mi ropa y entro. ¡Oh, esto es lo mejor! Lavo mi cabello con mi shampoo de uva y yogurt, me depilo y después de exfoliar todo mi cuerpo decido salir, para no perder más tiempo.  Empecé por buscar una de mis lencerías nuevas, luego humectar mi cuerpo con crema, después de todo eso, decidí arreglarme las uñas de las manos, cuando por fin estuvieron secas, arregle mi cabello recogiéndolo en un moño medio desordenado con el fleco suelto. Saco mi vestido para ponérmelo y empezar a maquillarme, luego de 20 minutos por fin estoy lista y bajo.

-Mamá, estoy lista. –Grite entrando a la cocina, pero sola esta mi nana. –Nana, hola.

-Mad, tú y tus gritos. Tu madre aun se está arreglando, ya baja. –Tomo asiento para conversar con ella. Después de hablarme de sus tremendos, pero adorables nietos le comente sobre la escuela y el jodido nuevo.

-Nana, es que enserio es insoportable. –Ella solo reía y negaba con la cabeza. –No te rías eh, en mi defensa, solo quería explicarle como es todo.

-Cariño, pero si no te hizo nada y lo amenazas así, seguro es un buen chico. –Bufe, no creía eso.

-Maddie, estoy lista. –Grito mi madre, bajando las escaleras.

-Bueno nana, adiós. –Me despedí, saliendo de la cocina. Me reuní con mi mamá afuera, lucia hermosa con ese vestido, en definitivo, el turquesa va con ella. Nos fuimos en mi auto, ya que después no tendría como irme, después de 15 minutos llegamos al lugar, era un salón muy bonito la verdad, tenia paredes color pastel, con candelabros y pinturas, dándole un aire antiguo, pero elegante. Divisamos a papá y enseguida nos acercamos a él.

-Hija. Marissa, están muy hermosas. –Mi padre no sabía disimular en estos casos, él se moría por mi madre aun igual que ella por él. No entiendo porque se separaron.

-Peter, tú también estas muy guapo. –Aw, se ruborizo. Yo mejor hago algo.

-Bueno, ahora si me pueden decir, ¿a qué se debe este evento? –Mi padre me pone atención para así responderme.

-Cariño, es para una beneficencia, y toda familia conocida debe asistir. Como podrás saber, nosotros somos unas de esas.

-Además, ya tú has asistido a eventos como este, no es nada del otro mundo. –Termina diciendo mi madre.

Destroyed girl, promesas rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora