Capitulo 11

1.8K 211 65
                                    

-¿Rosana?...

-Sí... -respondió con una sonrisa mientras se sentaba frente a mí.

-¿Qué haces aquí? - ella rió.

-Me estabas esperando, creo...

-Esto debe ser una broma...

-No lo es, trabajo para Surface, bueno... ahora para ti... -dijo intentando impresionarme con una sensual sonrisa, apoyando su brazo sobre el cristal de la mesa y sacando pecho. Fruncí el ceño y sonreí incrédula.

-Es que no me lo puedo creer. ¿Trabajas para Juliana?

-Ajá... -dijo asintiendo.- Aunque bueno tenemos una relación bastante más estrecha que la de empleada-jefa. Es mi mejor amiga... -sentí como me tiraban un cubo de agua fría en ese mismo momento.

-¿¡Qué!? ¿Pero cómo...? No, no... -dije negando.

-¿Por qué no?

-Yo no conocía a ninguna amiga tuya llamada Juliana cuando estabas conmigo.

- Bueno... éramos muy jóvenes Valentina. -suspiré intentando tranquilizarme y asimilando todo lo que estaba pasando.

Intenté respirar tranquilamente. No pasaba nada, Rosana era agua pasada, no tenía por qué joder mi vida de nuevo. Pretendí esbozar una sonrisa. Solo había algo que no me encajaba y era... su coqueteo, porque era evidente que estaba coqueteando conmigo.

-Bueno... ¿Y cómo estás?

-Muy bien, me alegra mucho volver a verte, cuando ella me dijo que trabajabas aquí pensé en venir pero he tenido mucho trabajo y si no es por una cosa es por la otra. Supongo que ahora nos vamos a ver más a menudo... -volvió a sonreír de esa manera provocativa, ¡Demonios!

-Ajá. ¿Y que es de tú vida? ¿Ya te has casado?... -ella agachó la cabeza cambiando su expresión por una más seria.

-No, mi relación no prosperó como yo pensaba, ¿sabes?

-Ah, lo siento...

-No te preocupes, la vida es así... -dijo sonriendo.

No dejé que continuáramos hablando, ella estaba ahí por trabajo, y trabajar es lo que íbamos a hacer. En todo momento noté que ella se acercaba mucho a mí, demasiado a veces. ¿Es que no se daba cuenta? ¿En qué tipo de mujer se había convertido? Ella no era así, la Rosana que yo había conocido en la Universidad era... dulce y tierna.

-Bueno, pues todo esto me parece perfecto, pero me gustaría que lo hablaras también con el jefe de departamento de aquí. Podrían trabajar juntos, después de todo se dedican a lo mismo. -Y así no tendría que verte y estar pasándolo mal. Pensé para mí.

-Bueno pero recuerda que vendré a visitarte... -me guiñó un ojo y tragué saliva.- Tengo que irme, un placer volver a verte...

-Igualmente, te acompaño... -dije señalando la puerta con la mano. Cogí el pomo para abrirle pero me sujetó la mano impidiendo la acción. Me quedé estática ante aquel gesto, ella se acercó hasta mi oído.

-No hay día que no recuerde lo estúpida que fui por dejarte ir. Estás muy guapa... -me susurró, alejándose al segundo con una sonrisa coqueta. Fruncí el ceño sin saber que que hacer, me había dejado sin palabras. Después abrió la puerta y salió.

Cerré la puerta y me llevé una mano al pelo. Solo me podía pasar esto mí. ¿Mi ex, la mejor amiga de la que yo consideraba mi futura mujer? Parecía cosa de una broma muy pesada. ¡Y es que encima estaba intentando coquetear conmigo! Esto se pasaba de castaño oscuro.

Chantaje. Juliantina adapt. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora