Capitulo 10

1.9K 220 52
                                    

-Es... estás bromeando, ¿no?... -preguntó riendo aún.

-¿Crees que tengo cara de querer bromear?... -pregunté furiosa por su respuesta.

Apreté los puños, mientras notaba como Juliana intentaba sofocar su risa, aún con las manos en su estómago. ¿Tan idiota había sido? Caminé lentamente hasta estar frente a ella, con la seriedad plasmada en mi cara. Esperé hasta que un suspiró salió de entre sus labios y por fin me miraba a los ojos con una sonrisa negando con la cabeza.

-¿Quién es?... -pregunté no pudiendo evitar fruncir el ceño.

-Rodrigo... -cerré los ojos y suspiré, no tenía ganas de bromear.- No sé por qué te molesta tanto. Valentina hay miles de mujeres ahí fuera esperándote. Seguramente tu secretaria, así como esa creída de editora que tienes escribiendo frente a tu despacho estarían gustosas de complacerte... -tensé mi mandíbula aún más.

-¿Quién es ese idiota en tu vida?...

-No importa quien sea, eso no repercutirá en nuestra sociedad, ¿no crees?...

-¿¡Quién es!?... -gruñí a pocos centímetros de su rostro, notando como cambiaba su expresión. Sus ojos se abrieron sorprendidos y en ese momento me di cuenta de que mi estado no era el más adecuado.- Lo... siento.- dije dando un paso para atrás.- Es que no puedo soportarlo... -susurré.

-¿Qué es lo que no puedes soportar? ¿Verme con él o que no caiga rendida a tus pies?... -la miré molesta... ¿Cómo se atrevía a decirme eso? Me acerqué un poco más a ella.

-Escúchame bien Juliana Valdés, porque no voy a volver a repetírtelo... -me armé de valor, sintiendo como mi corazón se aceleraba, mis manos me picaban, necesitando el contacto con su piel- Yo... te quiero... -vi como sus facciones se endurecían, sus ojos se abrieron incrédulos.

 -vi como sus facciones se endurecían, sus ojos se abrieron incrédulos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Valentina... deja de jugar conmigo. ¿Quieres cobrarte tu parte del trato? Aún estás a tiempo, pero por favor no mientas...

-No miento Juliana, entiéndelo... -le dije acunando su rostro con mis manos. Ella bajó la mirada.- Mírame por favor... -tardó unos segundos en cumplir mi petición, pero cuando sus ojos volvieron a mirar a los míos algo se rebeló en mí desde lo más profundo de mí ser. Aquellos ojos quería tenerlos por siempre en mi vida, siempre conmigo.– Te... Quiero... -pronuncié separando las palabras.- Te quiero, te quiero. Ya sé que son solo palabras, pero no tengo otra cosa para comprobarlo... -le dije agachando la cabeza, dejando su rostro libre.

 -le dije agachando la cabeza, dejando su rostro libre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chantaje. Juliantina adapt. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora