Capitulo 9

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-Aún no puedo creerlo... -contestó Sam con una sonrisa incrédula ante mi confesión sobre las sensaciones que me provocaba Juliana.

 -contestó Sam con una sonrisa incrédula ante mi confesión sobre las sensaciones que me provocaba Juliana

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-¿Qué no puedes creer? Todos somos humanos...

-Pensaba que tú eras la menos humana de todos

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-Pensaba que tú eras la menos humana de todos...

Me rasqué la garganta con la vista clavada en mi taza de café vacía. Habían pasado tres semanas desde aquella maldita cita y solo conseguía a duras penas no abalanzarme sobre ella como un animal en celos cada vez que trabajábamos juntas. Ciertamente se me hacía cada vez más difícil el hecho de estar juntas en un mismo lugar reprimiendo todos los sentimientos que me provocaba, algo inaudito de mi parte, algo que me estaba matando poco a poco, pero así lo había querido.

Sí, había sido mi gran idea. Quería demostrarle a ella que no era una mujer más en mi vida, que realmente me interesaba, que lo que ella despertaba en mí era tan verdadero como su propia belleza. Sabía, estaba segura de que me iba a costar mucho trabajo, después de todo había cometido demasiados errores, errores que serían difíciles de olvidar.

Después de despedirme en su apartamento, tardé en volver a ver a Juliana  varios días. Aún no sé muy bien qué fue lo que pasó. Pensaba que ella reaccionaría positivamente ante el gesto de no cobrarle su parte del trato, solo necesitaba que creyera en mí y que me diera una oportunidad. Quería que la vez que estuviese conmigo no fuese por un maldito trato, quería que fuese porque queríamos las dos, ella y yo. Noté como Sam me pasaba la mano por delante de la cabeza, llamando mi atención y haciendo que dejara mis pensamientos aparte.

-¿No me has escuchado?... -preguntó.

-Lo siento... ¿Qué decías?...

-No importa, era algo sin importancia... -suspiré y apoyé los codos en la mesa.

-Vamos, dímelo. Está bien sí, admito que estaba algo distraída, pero... -no pude seguir, mi mirada se quedó clavada en alguien.

-¿Qué pasa?... -escuché preguntar a Sam.

Sentí como una tonta sonrisa se dibujaba en mi rostro, mi corazón comenzó a dar saltos de alegría y sentí en mis manos aquella electrizante sensación cada vez que la veía.

Chantaje. Juliantina adapt. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora