26. Abril

27 12 13
                                    

La magia del momento se vio interrumpida por el sonido de una puerta metálica al cerrarse de golpe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La magia del momento se vio interrumpida por el sonido de una puerta metálica al cerrarse de golpe. Dimos un respingo y miramos a la vez hacia la puerta que estaba cerrada.

—¿Nos habrá visto alguien?

—Como nos haya visto Miri, me espera una laaarga conversación.

Pero una parte mí, la parte más maléfica de mi ser deseaba que Mara nos hubiera visto. Así tendría mejores razones para odiarme.

—Llámame si necesitas ayuda —rio Drew.

—Si estoy muerta no podré llamarte, así que si en veinticuatro horas no he aparecido tendrás que ir preparando mi funeral.

—Espero que Miri no cometa un asesinato —me abrazó y apoyó el mentón en mi hombro—. Te echaría de menos.

—Yo también —susurré.

Lo escuché suspirar y se apartó para poder sentarse a mi lado. Seguía estando algo triste y sabía que no dejaba de darle vueltas a la inminente separación. Sabía que no dejaba de pensar en ello porque yo tampoco podía dejar de hacerlo.

—El otro día dijiste que querías que te contara cosas de mi vida —asentí y agradecí el cambio de rumbo de la conversación—. Pues resulta que estos días hemos estado componiendo a full para grabar nuestras canciones y poder mandarlas a discográficas, radios...

—¡Eso es genial! —exclamé poniéndome de pie para tenerlo de frente—. ¿Cuándo vais a empezar?

—No lo sé, no tenemos ni nombre para el grupo, así que... supongo que aún tardaremos bastante.

Le quité un mechón que le caía por la frente rozándole con la yema de los dedos la cicatriz que atravesaba su ceja izquierda.

—Drew, estoy segura que os irá genial, en serio, el mundo necesita escucharos.

—¿Aunque sean canciones dramáticas?

Nos reímos a la vez y por primera vez en todo el rato que llevábamos ahí fuera, sentí como la tensión se disipaba.

—Espero que no todas sean tan dramáticas.

Negó con la cabeza sonriente y eso me relajó. Por fin parecía más contento, hablar de música le ponía de buen humor.

—¿De verdad crees que conseguiremos que alguien nos escuche?

—Si música horrible ha llegado a ser número uno en ventas, ¿cómo no ibais a serlo vosotros? Andrew, tú y la banda habéis nacido para esto, no me cabe duda.

—Y duda se fue llorando —enarqué una ceja y el muy tonto se puso a reír a carcajadas—. Perdón, era un chiste un poco malo.

—Malísimo, espero que las letras de tus otras canciones sean mucho mejores que tus chistes.

Siempre nos quedará Londres #1  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora