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abril del 2011

A falta de pocas jornadas de la liga el real madrid y el barça volvían a enfrentarse, el último mencionado le sacaba 8 puntos y si ganaban o empataban el partido les daria muchas probabilidades de proclamarse campeones de aquella competición.

El partido comenzó y los dos entrenadores se encontraban nerviosos, más allá del partido por una conversación que ningún queria tener, acerca de lo que habia pasado la última vez que se vieron.

El encuentro terminó con un empate de 1-1, dandole casi la liga al equipo culer. Mourinho estaba triste, habia perdido la champions y ahora posiblemente la liga, y por descontado aun le faltaba la copa, pero después de los últimos partidos no se sentía muy confiado.

—Eres imbecil—le digo alguien cuando se dirigía al vestuario.

—¿Que dices?—pregunto el portugués sin aun saber de quien se trataba.

El extraño tiro de él y lo llevo a un sitio apartado.

—Valdano no tengo ganas de tus tonterías—dijo al ver de quien se trataba.

—No sirves para este trabajo, has perdido la liga y la champions, y seguro que también perderas la copa, y todo a manos de tu rival, no deberías ser entrenador de este equipo, no estas a la altura. No eres ni capaz de ganar un simple partido, vas a llevar al madrid a la ruina.

—Callate.

—A mi no me digas que me calle—dijo el argentino para pegarle un fuerte empujón y hacer que se chocara contra una pared.

El portugués le dio una patada en su abdomen haciendo que se retorciera de dolor.

—La has cagado, especialito.

Intento pegarle un puñetazo pero su mano fue para por la de ¿Guardiola? ¿que hacia el ahi? se preguntó el entrenador del madrid.

El catalan solto su puño y le dio un leve empujón, el cual Valdano se tomo mal porque acto seguido le dio un puñetazo en la cara, los reflejos del más alto no sirvieron porque fue demasiado rapido y fuerte, pero el culer no iba ha quedarse quiero, le dio un puñetazo aún mas fuerte en la nariz que lo hizo perder la estabilidad y caer al suelo mientras su nariz se llenaba de sangre.

Guardiola reaccionó lo más rápido y sacó al portugués de ahí mientras se tocaba la ceja, sabia que se le quedaria una pequeña cicatriz ahí. Llegaron al coche del mayor sin decir nada, se subieron y el portugués empezó a conducir a su casa. El catalán seguia con su mano en la herida, presionando fuertemente para que no le sangrará.

—No te apretes tan fuerte, te harás daño.

—Estoy bien.

Habia algo que Mourinho quería decir, pero su fuerte ego no le dejaba, al final se trago el orgullo y lo miro cuando estaba parados en un semáforo.

—Gracias, siento lo de tu ceja.

—No iba a intervenir pero no podía soportar lo que ese idiota te estaba diciendo.

El portugués no pudo evitar sentir ternura y unas ganas tremendas de besarlo le invadieron, pero vio una luz verde reflejarse en su cara y sacudió su cabeza y volvió la mirada a la carretera.

—¿Crees que me denuncie?

—Josep, no tiene huevos, igualmente te pegó primero, yo puedo testificar en su contra, total en esa parte no hay cámaras.

El catalán le sonrió ampliamente y posó su mano en la pierna del más bajo, cosa que hizo qur se tensara completamente. El menor al notarlo le dio pequeñas caricias, subiendo y bajando. Para la suerte de Mou ya habian llegado, estacionó y se bajaron. El portugués agradecia que fuera de noche y no pudiera ver su sonrojo, pero cuando llegaron a la altura de la puerta, no podía encontrar sus llaves, y una imagen le volvio la cabeza. Un joven Guardiola besando su cuello mientras el traductor intentaba abrir la puerta de su departamento.

daylight - J.G. & J.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora