daylight - J.G. & J.M.

{8}

gener del 1997

Habian pasado un par de dias desde que Pep y Mou empezaron a ser más que amigos, pero el catalán estaba decidido en que iba a pedirle que fuera su novio.

Se presentó por sorpresa en su departamento. Cuando el portugués abrió la puerta se quedó sorprendido al ver la imagen de Pep en traje sosteniendo un ramo de rosas. Le dejo entrar y dejo las flores en agua.

—¿A que se debe este suceso?

—Cámbiate, quiero llevarte a un sitio.—dijo fijandose en que aún iba en pijama teniendo en cuenta que eran las 4 de la tarde.

—Vale.

Mou fue a su habitación y se puso su traje para ocasiones especiales, se moria de intriga por saber a donde iban.

—¿Como puedes ser tan guapo?—comento el capitán cuando lo vio.

El portugués le dio un tierno beso y le guiñó el ojo para después salir los dos del departamento.

Cuando llegaron a la altura del coche, Pep le abrio la puerta del copiloto y luego se subio y empezó a conducir. Jose aun no sabía donde iban pero decidió preguntar.

—Pep, ¿se puede saber donde vamos?

—Es un secreto, amor meu.

—Es al revés.

—¿Que dices?

—Se dice meu amor, no amor meu.

—Mas lo sabré yo.

—Pero si eso es portugués anda.

—Que no, que amor meu es en catalán.

—Bueno en portugués esta mal dicho.

—Que más dará, deixa'm dirte com volgui.

—¿Pero me vas a decir donde vamos?

—Otra vez, que es un secreto.

Seguieron hablando de cualquier cosa durante el resto de trayecto, aun que a veces el traductor seguía insistiendo en que le dijera, pero no lo supo hasta que Pep se bajo del coche.

—¿Me has llevado a una montaña?

—No es una montaña, estamos en montjuic.

—Una montaña.

El catalán saco una bolsa del maletero y cerro el coche. Agarro la mano de portugués y lo llevo hasta un mirador que estaba escondido entre unos arboles.

Desde ahi se podía ver toda Barcelona, y hasta el mar, eso era una cosa que amaba Pep de esa ciudad y no cambiaria por nada, que se puediera ver el mar desde una montaña.

Saco una mantel de la bolsa, lo tendio en el suelo y se sentó.

—Vamos sientate—le dijo el catalan y el contrario obedeció sentándose a su lado.—Eres el primero que traigo aquí.

El portugués le beso con intensidad, estaba demasiado feliz de estar con el, y queria quedarse ahi para siempre.

—¿Como descubriste este sitio?

—Llevo mucho tiempo viviendo aquí, el mirador de los turistas siempre esta petado de gente, asi que un dia me dio por investigar la zona y descubrir esto, vengo cuando quieto pensar.

—Gracias por traerme.

—Te amo.

Ellos se quedaron ahí demostrandose cuanto se querian, hasta que empezó ha atardecer, Pep penso que era el momento perfecto para pedirle que fuera su novio.

—Jose...

—¿Si?

—Me preguntaba, si quizas tú querías que... que fuéramos pareja.

—Claro que quiero, te amo.

Se besaron como si fuera lo único que importara en el mundo. Mou habia espera ese momento desde que se besaron por primera vez y estaba muy feliz de que por fin ocurriera.

—No me voy a cansar de decirte que me encantas cuando te pones nervioso.

—No te rias, no sabia si ibas ha aceptar.

—¿Como no iba? Si estaba esperando a que me lo pidieras.

—Te tengo un regalo.

—No te hubieras molestado.

Pep busco en su bolsillo una pequeña caja y se la entregó al portugués, quien se quedó asombrado al ver su interior. Ahi se contraba una cadena con una P. El mayor la saco de la caja y se la entrego al menor en señal de que se la pusiera. Lo hizo para después repartir besos por su cuello.

—Eres el mejor—le dijo por ultimo el mas bajo y se tumbó para descansar un rato.

Empezo a anochecer y algunas estrellas empezaron a verse en el cielo de Barcelona, el catalan quien tenia su cabeza recostada en el cuerpo del portugués le susurró algo.

—Es el único sitio de barcelona donde se pueden ver estrellas con claridad.

—Tu eres mi estrella favorita—le confesó Mourinho en su intimidad.

—Estoy tan enamorado de ti.

—No más que yo.

—Te amo.

—Yo también te amo.

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extra de figo y enrique

febrer del 1997

Era el dia de San Valentin y el portugués le había preparado una sorpresa al español. Figo llamo a Enrique diciéndole que si podia ir a su casa que se habia dejado las botas y si se las podia llevar al campo. El español aceptó y fue a su casa. Tenia una copia de las llaves asi que entro, al hacerlo vio un camino de petalos de rosas y velas por los laterales, Enrique supo entonces de que se trataba todo, ni si quiera se habia dado cuenta de que dia era y del hecho que hoy tenian el dia libre. Se dirigio hasta donde los petalos le indicaban y se contro a un Figo sosteniendo un ramo de rosas y sonriendole como un tonto enamorado.

—Enrique, te amo, eres lo mejor que me ha pasado nunca.

—Te amo.

Lo beso con intensidad mientras el portugués lo abrazaba sin soltar el ramo.

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Holaaa

que bonito todo, preparen los pañuelos por que se viene Mourinho yendose al benfica y figo al madrid.