Seré La Matriarca En Esta Vida | Novela Extras

🤍Extra 28🤍

E28

¿Qué diablos es este olor?

Fingí toser y me tapé la nariz y la boca primero para comprender la situación.

En la sala de conferencias, donde siempre se preparaban solo refrigerios simples, hoy había alimentos que podían reemplazar las comidas.

Mi sándwich favorito, mi té favorito y mi pastel favorito.

Me di cuenta de inmediato quién preparaba estos alimentos.

Normalmente, lo hubiera disfrutado felizmente.

"... Vamos a nuestros asientos, Craney."

El olor de la comida se hizo más fuerte cuando llevé a Craney a mi asiento.

Fue un trabajo muy duro. Y cuando llegué a mi asiento, se dispuso cada vez más comida.

Craney susurró en voz baja para que solo yo pudiera escucharlo.

"Estas son todas las comidas favoritas de mi hermana, ¿verdad? Su Majestad es muy considerado".

"Si, tienes razón."

El problema es que el momento no es muy bueno.

Me senté en mi silla, tratando de respirar lo más superficialmente posible.

Mientras contenía la respiración, podía escuchar las conversaciones de los nobles a mi lado, quienes habían entendido completamente mal esta situación.

"¿No es esto significativo? Una comida en lugar de un refrigerio".

"Por supuesto, Su Majestad debe estar hablando indirectamente".

"Así es. Quiere decir que no deberías pensar en volver a casa fácilmente hoy".

No es eso, te equivocaste.

Quería decir eso, pero ahora es difícil abrir la boca.

"Hermana,

En lugar de responder, asentí con la cabeza y empujé el plato frente a mí hacia Craney usando mi dedo índice.

"Pero deberías comer algo."

"...Está bien."

Vom-, creo que voy a vomitar.

Estaba demostrando una paciencia sobrehumana simplemente inclinándome aquí y no vomitando en vano.

Miré el plato que desprendía el olor más apestoso del plato.

Era un sándwich que contenía jamón, queso y manzanas en rodajas finas, que era mi bocadillo favorito.

Pero ahora ni siquiera quiero verlo.

"Mmm."

Mientras lo miraba, estaba a punto de tener más náuseas, así que rápidamente recogí la taza de té.

Afortunadamente, el aroma dulce y calmante del té pareció calmarme un poco.

Seguí fingiendo tomar té, evitando el olor, pero sentí la mirada.

Fue una mirada muy punzante.

Inevitablemente, cuando levanté la vista del agua del té rojo, algo más rojo me estaba esperando.

Fueron los ojos de Pérez.

'¿Qué ... qué? ¿Cuando viniste?'

Parecía que ni siquiera sabía que había llegado a la conferencia porque estaba conteniendo las náuseas.

"¿Qué me estás mirando así?"

El tipo que originalmente era sensible pero que tenía una corazonada más sensible sobre mí pareció haber notado rápidamente que algo andaba mal.