Reincarnated As A Dragon Egg In Dxd With A Fate System! 1

Un Héroe, Su Héroe

Esto es una traducción sacada de Webnovel escrita originalmente por GreatSage_Master1, si encuentran algún error en la ortografía pueden decirlo en los comentarios y tratare de corregirlo

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Azazel había llamado a Barakiel para investigar al grupo de Satanael. Después de tantos años, finalmente habían encontrado pistas sobre su ubicación.

Satanael y sus alumnos, el Equipo del Abismo.

Abyss Team, también conocido como Nephilim Abyss y Those who Fell into the Abyss es una organización compuesta por individuos con feroces engranajes sagrados.

Todos y cada uno de los miembros del Equipo del Abismo tienen engranajes sagrados brutales, que no son tan poderosos como los Longinus o incluso los engranajes sagrados de alto nivel, pero tienen algunos efectos secundarios irreversibles.

Lo peor es la personalidad de estos chicos y chicas que forman parte del Abyss Team. Al igual que sus engranajes sagrados, sus mentes parecen estar corrompidas y desviadas. Es por eso que Grigori los etiquetó como peligrosos y los asoció con el maestro más "sensato".

¿Quién hubiera pensado que Satanael los traicionaría...

Al final, el lugar donde se creía que residían los traidores de Grigori no era más que un señuelo hecho por Satanael y su gente.

Barakiel sintió una pequeña sensación de déjà vu.

Cuando era niño, era un Deja Vu que venía de sus peores pesadillas.

Barakiel se apresuró a casa, temiendo que sucediera lo mismo que en las pesadillas.

Porque estaba seguro, esta vez, no fue una pesadilla. Esto no era más que pura realidad.

Lo primero que sintió cuando llegó cerca de su casa fue el olor a sangre.

Esto era algo que ya había cambiado de su pesadilla. En el sueño, no olió nada hasta que entró en el santuario.

Guiado por el olor a sangre, Barakiel entró en el bosque a gran velocidad, con sus cinco pares de alas abiertas. Lo que entró en su vista fueron los cuerpos de una treintena de personas de dos razas diferentes, demonios y ángeles caídos.

Barakiel apretó los dientes y los puños, con una ira colosal corriendo por su cuerpo.

Él entendió la razón por la que los demonios aparecieron en este lugar. Aún así, no pudo entender la razón por la cual los ángeles caídos también estaban aquí.

Barakiel podría pensar que los ángeles caídos habían muerto protegiendo a su esposa, pero eso solo sería una mentira inútil. Era como cubrir un espacio de diez metros con una curita de dos pulgadas.

De hecho, todos habían muerto de la misma manera.

Heridas de flecha.

Aunque no había flechas en ninguna parte, Barakiel sabía que habían muerto a causa de ellas. Y solo había una persona que podía ser un tirador con un arco.

Drako.

Barakiel sintió algo de alivio y, sobre todo, esperanza. Drako y Kuroka no estaban en casa durante su pesadilla, pero estaba claro como el día que lo estaban. Barakiel podía confiar en que protegerían a su familia.

Aún así, no pudo evitar sentirse ansioso. Tenía que verlos a ellos, a su esposa e hija, con sus propios ojos, o no podía estar tranquilo. Shuri y Akeno lo eran todo para Barakiel, no podía vivir sin ellos.

Fue en ese momento, justo antes de que Barakiel llegara fuera del santuario.

Algo le dijo a Barakiel que mirara hacia el cielo, y así lo hizo.

Dos flechas se dispararon a gran velocidad y se perdieron en las nubes. Después de eso, el cielo se iluminó y una lluvia de flechas descendió.

Barakiel palideció. Las flechas caían en su casa. Y aunque individualmente eran solo ligeramente poderosos, según los estándares de un hombre con un nivel de poder de cuadro, tantas flechas con ese nivel de poder podrían causar un daño considerable a uno como él. No era algo que ninguno de los que actualmente residen en su casa pudiera soportar.

"¡Shuri! ¡Akeno!"

Barakiel gritó al entrar en el santuario. Corrió tan rápido como pudo, entrando directamente en el patio interior.

"¡Shuri! ¡Akeno!"

Gritó tan pronto como llegó.

"¡Papá!"

Una niña corrió y saltó a los brazos de su padre. Ella no era otra que Akeno, que había recuperado su alegría de la desesperación de lo que había sucedido momentos antes.

La lluvia de flechas había empalado al ángel caído por completo, terminando con su vida.

Esa lluvia de flechas, fueron como un milagro de Dios para ella. Un milagro destinado a salvar sus vidas, las de ella, su madre y sus dos amigas / hermanas mayores.

Y el que había creado ese milagro estaba en la misma habitación que ella, siendo abrazado por la hermana felino.

Él...

Él es su héroe, el héroe de Akeno Himejima.

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6 meses después de los acontecimientos en Japón.

Europa, Rumanía.

Dos personas bajaron de un avión, dos mujeres.

El más pequeño parecía tener un poco más de 130. Su cabello era blanco y sus ojos dorados. Tenía un aura felina.

Si la mirabas un poco más, podías ver músculos bien definidos en todo su cuerpo. Era obvio que se habían obtenido a través de la capacitación.

Era muy joven y parecía ser más joven de lo que realmente era. Uno pensaría que la niña no tendría más de 10 años, pero en realidad, ya se acercaba a los 13. Llevaba una yukata oriental blanca y azul.

La otra mujer era más alta que ella, pero no era exactamente la definición de una mujer alta. Su color de cabello era rubio y sus ojos eran de color verde esmeralda. Mecía menos de 160 cm de altura y, al igual que la niña, tenía músculos corporales bien marcados.

Era joven, o eso parecía. Su edad debería ser de unos veinte años, veintidós como máximo. Su vestido era mucho más revelador que el de la niña, con una prenda carmesí que apenas cubría sus pechos y espalda.

"El viaje de tres horas ha tomado una eternidad, Shirone".

"Sí, maestro".

"Pero ha ido mucho más rápido que el vuelo de 12 horas de Japón a Londres".

"..."

"¡Bien! Después de pasar seis meses con los descendientes de mi padre, ¡vamos a buscar a los vampiros!"

"Sí, maestro".

Suspirar...

Shirone suspiró mientras seguía a su maestro, Mordred, quien parecía particularmente enérgico en su charla sobre los vampiros.

¿Cuándo volvía a casa?

Los días en el bosque fueron mucho mejores que entrenar con Mordred.

Te extraño, Kuroka-neesan, Drako-nii.