¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pv ohm
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nuestra primera derrota de la temporada. Mis piernas temblaban, había hecho un esfuerzo sobre humano para mantenerme en pie los último 3 minutos del partido, estaba agotado, había un fuerte golpeteo en mi corazón, un hoyo profundo y abismal, me dolía, me dolía enserio la derrota, nunca estás preparado para ser el perdedor. Me había esforzado, mi equipo se había esforzado y el resultado había sido lo suficientemente claro para decirnos abiertamente que no éramos el mejor. Ese día, en esa cancha, con ese público, no éramos los mejores. Miré hacia el equipo vencedor, todos estaban abrazados, apretándose re confortablemente, se tomaron de las manos segundos después e hicieron una gran reverencia al público que los apoyaba exorbitantes, sentía que estaba parado en medio de una película, donde yo solo era un extra. Ellos eran felices y yo no sentía ni odio, ni rabia, ni infelicidad, solo me sentía nada. ¿Era normal eso?, ¿eso era el dolor de la derrota?, ¿ese era el sabor de perder? Di media vuelta y me encaminé con mis demás compañeros hacia los vestidores, debíamos levantar nuestras cosas deportivas, no sé exactamente qué tiempo estuve en estado de shock, pero cuando caminaba arrastrando los pies como perdedor una diminuta voz me detuvo, - Juegan muy bien, por algo llegaron a la final, gracias por darme el placer de jugar frente a ustedes- Murmuro, di la vuelta y me percaté que el número 10 de los Guerreros de hacia una gran inclinación, me asombré de verle así, y en seguida su equipo lo imitó, la tribuna que estaba apoyando al equipo local rápidamente se puso de pie y aplaudieron. Gire en mi propio eje regresando a ver a la tribuna y la gente que nos miraba al equipo con admiración. Mi sonrisa se ensancho, yo estaba feliz, admiraban nuestro esfuerzo, nosotros estábamos siendo elogiados a pesar de que habíamos perdido. Segundos después regrese a ver al 10 con una expresión menos triste, él me sonrió con esas sonrisas hermosas que te quedan grabadas en las retinas, que aunque parpadees sigues viendo la imagen, me había percatado de un pequeño agujero que se formaba en su mejilla, eso le hacía ver dulce y tierno, mi mirada se enfocó de sus ojos hasta sus labios, no podía ver más allá de eso, me relamí el labio inconscientemente mientras me acercaba a él para acariciarle el cabello en un gesto amistoso. Él me miró, fijamente, como cuando quieres decir algo pero no eres capaz de soltarlo. Lo retuvo en esa mirada brillosa, -Gracias a ti también por el espectáculo que hizo tu equipo, estaremos listos para el último partido, no se confíen- Le guiñe el ojo y me di la vuelta para emprender el camino a los vestidores. -Habrá una fiesta, en el jardín del coach, ¿quieres venir?-preguntó y yo sonreí, alegrándome que él no pudiera ver mi estúpida expresión.