Cap 3. Garfield

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Faltaban unos minutos para que él primer tiempo culminará, me levanté del asiGarfiel fui hacia la cafetería por un té verde frio que tomar, el ambiente estaba tenso, al menos para mí, no se si de los nervios empece a sentir calor, el ruido de la t...

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Faltaban unos minutos para que él primer tiempo culminará, me levanté del asiGarfiel fui hacia la cafetería por un té verde frio que tomar, el ambiente estaba tenso, al menos para mí, no se si de los nervios empece a sentir calor, el ruido de la tribuna era ensordecedor y parecía que hacían una fiesta con tanto ajetreo, desde la fila de la cafetería se escuchó el pitido del descanso, una vez comprado mi té, caminé de regreso hacia la tribuna, pero un pensamiento me animó a ir a buscar a Ohm para animarle, conociéndole seguramente estaría echando chispas porque iban perdiendo, con toda la actitud del mundo,  me escabullí a los vestidores, pero no fue necesario entrar, en la puerta estaba Ohm recargado conversando con el enemigo, parecían tener una conversación muy amena, el chico de la camiseta número 10 asentía con la cabeza por cada palabra que Ohm decía, y Ohm le seguía el juego, SONRIENDO, me quedé parado, parpadeando mirando la escena y reteniéndola en mis pupilas, Ohm no desviaba la mirada mientras el otro chico hablaba de no sé qué tonterías, para ese momento mis oídos no escuchaban, mi cerebro no pensaba y mi cuerpo cobraba vida propia, camine unos pasos, firmes, observando fijamente al tonto rival, actué como que resbalaba y mi vaso de té lo vacíe intencionalmente sobre la camisa ajena, Ohm regreso a ver el movimiento y yo agaché la cabeza, el contrario dio unos pasos hacia atrás al sentir lo frio del líquido. Era una escena en cámara lenta, —Realmente lo siento, yo...no quería.. lo siento—, dije mirando con ojos de cachorro al contrario, el más bajo negó con las manos, no parecía estar furioso, es más, tenía la expresión tenue, —¿estás bien?— preguntó Ohm acercándose al otro, el más bajo asintió y después hizo algo que no esperaba que hiciera, se quitó la playera dejando al descubierto su torso desnudo, Ohm tensó la expresión, y trató de retener que su lengua se deslizará por su labio inferior, noté como su labio temblaba ligeramente, retuve un fuerte suspiro, algo dentro de mi pecho se resquebrajaba y estaba seguro que se podía escuchar hasta Bangkok  , tragué en seco, —Iré a los vestidores, nos vemos en la cancha— puntualizó antes de proseguir el camino, Ohm no respondió por lo que regrese a verle, su mirada estaba perdida en la espalda desnuda del susodicho, —¡Ohm!— exclame empujándole del hombro, Ohm parpadeo dos veces y después desvió la mirada hacia mí sonriéndome —Gracias, phi— acarició mi cabello manteniendo esa sonrisa, —No lo hice a propósito— le indiqué, —No importa, hiciste bien—, menciona entrando al vestidor,  —¿Qué está sucediendo? ¿Por qué no estás molesto? ¡estás perdiendo!— le reproche siguiendolo enojado, no sé si era exactamente por el marcador o por lo que había pasado anteriormente, —estamos dando nuestro mayor esfuerzo, pero sabemos que este partido está perdido, su velocidad no es comparada con la nuestra, debo irme, hay reunión en el vestidor, ve a tu asiento—dijo finalmente antes de darse vuelta y cerrar la puerta del vestidor, parpadee un par de veces, era la primera vez que escuchaba a Ohm decir una cosa semejante y era la primera vez que lo veía actuar así. 

Me quede parado frente a la puerta de los  vestidores visitantes, hasta que la puerta finalmente se abrió,  me acerque a uno de los compañeros de Ohm que había sido el primero en salir muy bañado y cambiado,  y le murmure algunas de las estrategias que tenía en mente, —Se que no soy el coach pero enserio, les están dando una paliza, necesitan ablandar al 10, bájenle los decibeles, es muy rápido, si tan solo pudieran controlarlo el marcador podría ser menos doloroso— le dije tristemente, el compañero de Ohm me miró de soslayo, —¿estas diciendo que deberíamos sacarlo del juego?—, asentí con la cabeza, — sería más parejo, dicen que un jugador no debe hacer la diferencia, me gustaría que se pusiera a prueba esa norma— miré al compañero de Ohm y sonreí, —¡buena suerte!— exclame y caminé hacia la tribuna, la espinita de hacer el juego más parejo la plante en ese individuo, esperando que me hiciera caso de las recomendaciones y así sería más interesante.

Nunca Jamás - OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora