Sweet and sour (Chaelisa)

09. (sour)

La tailandesa sale de su salón como alma que lleva el diablo en busca de sus actores, no deja de pensar en roseanne, y en qué ella esta en segundo año, y en que esta aceptará el papel sin chistar solo porque lisa está al mando, y porque en éstos días hablando con la rubia, lisa recuerda vagamente que esta le dijo de sus dotes actorales, que tenía una hermana actriz o algo así.

Manoban se sorprende al tener tanta capacidad de memoria, normalmente no se acuerda de todas las cosas que le dicen los demás, y menos de rosé, que hablá tanto en cuestión de segundos, a estás alturas lisa sabe de la vida de la rubia; que vive con su hermana que es actriz, pero esta está fuera del país trabajando, que por eso roseanne vive sola con el perro, que sus papás murieron muy jóvenes, que su abuela la visita cuando puede, que le gusta mucho la repostería, y el color rosa (lisa fingió sorpresa ante esa última declaración) que le gusta la brillantina y por eso la coloca casi en todo, la espuma, y el café con leche, dormirse tarde viendo películas y tejer, que de grande quiere ser diseñadora de modas, que colecciona los póster de su hermana desde que debutó como actriz hasta ahora, y también el primer periódico en el que salio, también colecciona los periódicos escolares donde hablan de lisa, pero esto último lo supo ella sola al verlos todos encima de la mesa de cuarto de roseanne.

Y todo eso en dos semanas, entonces lisa se repite que roseanne en serio habla mucho, y ella escucha todo lo que dice, y es entretenido e interesante, es como su nuevo hobbie, dos semanas yendo y viniendo juntas, algunas veces se desviaron a la casa de rosé, solo para hacer trufas, y otras fueron a casa de lisa, para comer las trufas ya hechas, y es que aparte de las trufas simplemente no había otra actividad, no veían películas, no hacían pijamadas, no iban al parque, mucho menos tomaban una siesta juntas, ellas solo, comían trufas en silencio, y nada más, porque no son amigas.

Y su primo y su amiga preguntaron, claro que lo hicieron, estos dos quedaron en shock, porque lisa no había aceptado nunca antes la amistad de nadie que no fuera la de ellos, aún así siguen llevando la apuesta de aquél día hasta el final.

-Buen día.-Lisa habla entrando al salón de primer año, todos se callan, incluso el profesor, pero igual lisa lo nota molestó, el profesor espera que la interrupción valga la pena.-estoy aquí porque ya se viene la siguiente obra de la escuela, será la semana que viene, y estamos reclutando a los cinco actores principales, este año, y todos los que vienen, se aceptarán actores del primer y segunda año, se acabaron sus días de estar en la oscuridad, pueden participar.-Dice lisa casi con una sonrisa de inspiración, no está feliz pero si ansiosa, observa como todos los chicos se ven con asombro y temor al mismo tiempo, aún no sabe porque los de primero son tan tímidos y se deja intimidar por sus mayores, ella no era así.-Se que puede ser difícil y piensan que lo harán mal, pero será divertido y una oportunidad de oro para demostrar sus habilidades, ahora necesito un actor principal, pero les dejaré está hoja donde están los papeles secundarios, se anotan y lo llevan al teatro.

-¡Yo quiero uno de los papeles principales!.-Chilla emocionado uno de los chicos poniéndose de pie, lisa lo reconoce como Chanyeol, el líder de la clase, ella sonríe está vez de verdad, valorando mucho la seguridad y el entusiasmo.

-Perfecto Chanyeol, puedes tomar tus cosas e ir al teatro, con está hoja.-Lisa le da la hoja del papel del duque cavendish, y a una niña sentada adelante le da la hoja de los papeles secundarios para que la lea y luego se la pase al resto de sus compañeros, lisa nota como la niña se sonroja violentamente por rozar su mano con la de ella.

Se despide de los alumnos y del profesor con una reverencia y unas últimas palabras de aliento.

El pequeño Chanyeol le agradece por la oportunidad y se va corriendo al teatro, lisa en serio admira esa seguridad, así todos podrán ver qué los alumnos de primero y segundo también valen la pena, porque justo ella hizo lo mismo por su salón en aquel entonces.