Aunque

1.9K 224 90
                                    


—. Veo que te llevas mejor con Quackity, y sólo han pasado un par de días desde que se conocieron y comenzaron esa rivalidad - dice de Luque, sentándose en la cama de su hijo.

—. Bueno, las circunstancias cambian con las personas, ¿no? - responde, sintiéndose nervioso por estar en el lugar de la evidencia.

—. Bien, esas son grandes noticias, porque tengo algo que informarte - dice su padre, en un tono serio y severo —. Clay me ha dicho que quiere que se una a nosotros.

—. ¿Qué? ¿Por qué? - pregunta Spreen, confundido.

—. Él ahora mismo está afianzado a una Asociación, por lo que no tiene muchas rutas para crecer en el mundo celebre. Por eso me pidió que lo uniera a tu empresa, para que sus puertas no se cierren tan fácilmente - responde.

—. Pero, ¿cómo podría darle cupo en mi empresa? - pregunta, intentando creer que era mentira.

—. Ya preparé los papeles, sólo tienes que firmarlos - responde, sacando de un maletín un folder lleno de papeles —. Hazlo por el muchacho, porque realmente se lo merece.

No pudo negarse, porque lo haría por él.

—. ¿De qué querías hablar, Clay? - pregunta Quackity, sentándose en su cama.

—. Está frío acá - comenta el castaño, sentándose en la cama junto a él —. ¿No viniste a dormir anoche? ¿Dónde te quedaste?

Ante las preguntas, no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza.

—. No interesa, ¿sobre qué íbamos a hablar? - pregunta.

—. Bueno, íbamos a hablar sobre tu carrera - responde, poniendo tenso el ambiente entre ambos —. No puedo seguirte afianzando.

—. ¿Qué? ¿Por qué? Se supone que la asociación iba bien, ¿no? Entonces, p-

—. Cálmate, no estoy diciendo que todo acabó aquí - le interrumpe —. Lo que quiero decir, es que harás el contrato de representante con una empresa, no con mi asociación. Así te será más fácil superarte, expandir tu nombre y ganar mejor.

Quackity suspiró pesado, asintiendo.

—. ¿Qué empresa sería? - pregunta, jugueteando con sus dedos.

—. La que representa a Spreen, o sea, su empresa, EAS - responde.

Quackity alzó la mirada, sorprendido de que lo aceptaran así como así.

Sonrió alegre, podría ver más seguido a Spreen, podrían mejorar más las cosas entre ellos, sería mejor para ambos.

O eso creía, pero no fue así.

Spreen era el CEO de la empresa, por lo que se la pasaba ocupado, y en los tiempos libres de ambos se iba a la editorial para checar el trabajo.

Al final, Spreen ganó la última carrera, porque sus piernas seguían temblando y estando débiles, haciendo que mantener siempre el acelerador fuera complicado. Además de que lo dejó ganar porque le gustaba, le gustaba Spreen y eso era peligroso.

Suspiró pesado, era complicado trabajar para una empresa y tener carreras mensuales, donde no sólo tenía que ganar, sino que también debía de dar entrevistas.

Quería ver a Spreen, quería estar con él y volver a enredarse entre sábanas y caricias.

Se rió de sí mismo, era tan patético. ¿Siempre fue así de fácil?

Las revistas tenían el detalle de que era afeminado, ¿acaso no podía maquillarse y usar la ropa que quería sin ser señalado como "afeminado"? Las mujeres lo hacían siempre, pero eso no estaba mal porque ellas sí son mujeres. Así que, si se vestían masculinamente eran señaladas de marimachas o lesbianas.

Piloto - SpreeckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora