III

107 5 5
                                    

Dejando mi oscuro tráiler y empacando todo, empiezo una nueva vida. Permanente pero al menos el sueldo que ganare podré lograr algunas cosas que me he propuesto cada año. Después de todo sólo le cumpliré un pequeño capricho a Carl, me cae bien y sólo quiere lograr que su hijo se despida de él, al menos en buenos términos.
Justo después de salir de casa acompañe a Carl hacer unas compras, alimento y claro... me compro algo de ropa, sólo un pequeño adelanto de mi sueldo. No me quejo, 1500 dólares al mes y no tengo necesidad de pagar un lugar donde vivir y comida, me las puedo arreglar fácilmente.
Vamos directamente a su casa, que queda como a 10 kilómetros del pueblo, pero eso no llama mi atención en todo el camino, si siendo un millonario ¿porque tienes un Volkswagen escarabajo?
-Veo que de las apariencias hablabas muy en serio.
Él sonríe.
-Este pequeño es mi mejor amigo, desde mis gloriosos años en mis negocios me ha acompañado, casi no tengo que repararlo y como te dije no me gusta presumir mi dinero prefiero sentirme como siempre lo he hecho.
Mi mente vaga y pienso, hubiera querido que mi padre fuera así. Me siento débil pero a la vez agradezco a Dios, hay cosas malas que pasan a tu alrededor pero en el momento indicado aparecen la ayuda correcta. Nunca desee tanto dinero, pienso igual que él. Sólo me importo un buen empleo y tal vez estudiar pero mis sueños no van más allá de lo perverso.
-Cuéntame Lucy, ¿Tienes novio?
Niego con mi cabeza.
-Nunca he tenido uno, salí del orfanato de niñas y claro me interesé por algún chico por ahí pero no fue mayor cosa.
- ¿Qué edad tienes?
-20, soy muy joven lo sé, pero eso no quiere decir que no pueda trabajar.
Carl asiente y veo que estaciona su escarabajo, bajo del vehículo ayudándole a bajar su cosas cuando levanto la vista. Él no puede verse rico con su ropa y su carro pero si con su casa, pero que casa... tiene un enorme lago detrás de ella, alrededor hay muchos árboles se siente como el paraíso a pesar que estamos en un lugar caluroso. Su casa parece medieval pero bien conservada.
-Al parecer si necesitas compañía, ¿y dices que vives sólo?
-Si mi querida Lucy. Hace algunas semanas se fue mi empleada.
-Ya veo.
-Ven -me hace señas con su mano- te mostrare tu habitación y toda la casa.
Al entrar en casa, lo primero que veo son fotos en las paredes y estanterías, vaya tendré que limpiar mucho aquí. Su gran sala color caoba junto con una chimenea con más fotos. En la parte de atrás esta la cocina, muy grande por cierto con un gran comedor con la vista al lago. Se ve realmente hermoso y relajado.
-Carl envidio tu casa y el lago es precioso.
Él me sonríe desde al otro lado del comedor.
-Mi esposa pensó igual, ese fue el motivo de comprarla hace muchos años. Cuando nuestro hijo nació ella quiso un lugar fresco y tranquilo así que nos mudamos aquí. Es un verdadero paraíso aunque eso se desvaneció hace años.
-Desde que murió.
-Exactamente.
Miro hacia el piso y sonrió.
-Somos dos almas solitarias, me alegra mucho trabajar para ti.
Él me sonríe y viene hacia mí.
-Ven necesito enseñarte tu cuarto te sentirás feliz.
Por supuesto. Aunque él me hubiera dicho que me pagaba 100 dólares mensuales estaría igual de feliz, estoy más tranquila ahora. Un techo donde dormir y una rica cena caliente, que más podría pedir. Subimos los escalones y hay muchos cuartos.
-Mi cuarto queda en el fondo, las demás habitaciones están vacías. Claro hay camas y todo, a veces recibo visitas de antiguos amigos y compañeros de la que era mi empresa.
-Bueno al menos me alegra saber que recibe visitas.
Me sonríe y señala a sus lados.
-Por supuesto, claro mis amigos creen que es el paraíso de cualquier soltero millonario.
Me hecho a reír por su comentario.
-Vale, vale.
-Hay una sola habitación que nadie toca, bueno era de mi hija pero puedes tomarla es muy femenina más adecuada para ti.
- ¿Una hija?
-Sí, murió a los 15 años a causa de una infección.
Hago un puchero.
-Lo siento mucho.
-No tranquila, fue hace mucho. Mi esposa y yo lo superamos. Tomo mucho trabajo olvidar pero salimos adelante. -Balbucea un poco- ven te la enseñare.
Se siente raro tomar la habitación de alguien que murió, no soy supersticiosa pero creo que no está bien. Abro la puerta y veo una típica habitación de chica adolescente. Afiches de bandas de rock, una cama cómoda. Almohadas en el suelo. Perfecto
-Bien la tomare, no voy a cambiar nada a excepto las sabanas obvio, quiero que se quede en su ambiente habitual.
Le sonrío.
-Ok Lucy. Acomódate y te espero abajo para preparar el almuerzo.
-Si no te preocupes. ¿Qué quieres que prepare?
Arruga la cara
-Me gusta comer de todo así que sorpréndeme.
Sonrío.
-Vale, bajo enseguida.
Entro en la habitación soñada, Guns and Roses y Nirvana en las paredes. La chica tenía un gusto genial. Abro el armario y veo ropa aun en ella. Bueno esta familia no quería pasar página pero los entiendo, debe ser horrible perder a un ser querido. Me siento en la cómoda cama, no está polvorienta ni nada, se siente que la han limpiado constantemente y eso me tranquiliza. Meto mi maleta debajo de la cama y me preparo para bajar.

La Chica PelirrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora