Yamai-san está obsesionada (Tadanoxyamai)

Volumen 1

Volumen 1 prólogo.

Al entrar dentro la luz de la mañana, está dio con el muro a un costado de la habitación, aunque por el gran tamaño de las ventanas casi la ilumina por completo.

Una atmósfera bastante silenciosa, el cantar de los pajaros de afuera no logran llegar al interior por estar los vidrios como obstáculos.

El profundo silencio se elimino en cuanto el despertador que se encuentra sobre un pequeño tocador empezó a emitir una serie de pitidos continuos, los que iban escalando conforme el tiempo se prolonga.

En la cama a un costado de la habitacion, las sábanas formaron un bulto de dónde salió una chica, quien se despertó a causa de la alarma que aún continuaba funcionando.

– oooaaa!... Mn... Hunm?...

Ella estiró su cuerpo con los brazos hacia arriba, acompañándolo con un largo bostezo y ruidos mañaneros, frotando sus ojos con el dedo índice al terminar con el bostezo.

Viste con ropa para dormir de un color naranja, el cual hace contraste con su cabello.

El camisón que viste también es bastante holgado, pero eso ayuda a la comodidad al dormir, sin limitar la movilidad de quién lo vista.

Aún sin recuperarse, de manera perezosa detuvo el sonido de su alarma.

Somnolienta miro de reojo su habitación, la cual se veía bastante llena con sus muebles y electrodomésticos, acomodados de forma adecuada al espacio disponible.

– Es hoy... Bien, vamos!.

...

Un baño por la mañana es realmente agradable, el agua ligeramente caliente sin llegar a ser fría, teniendo un suave contacto con la piel fluyendo desde la regadera a una distancia de la cabeza.

El vapor había empañado las cortinas de plástico que ahora cubren a quien está detrás de ellas, aunque aún pueden dejar ver la perfecta silueta suya a través.

Un leve tarareo rebota contra los muros debidamente enlosado con un patrón simple de blanco con pequeños detalles de color gris.

La melodía es algo vaga, tal vez pensada y emitida al momento.

– Me preguntó si podré verlo... Puede que terminemos en el mismo grupo, Pero... si es así, que haré...?.

Al mismo tiempo que se cuestionaba así misma, corto la salida del agua al girar de la perilla.

Haciendo a un lado la cortina, envolvió la toalla alrededor suyo.

Los residuos de agua que aún residían en su cuerpo, mojaron el suelo a cada paso que daba fuera de la ducha, con un sonido distintivo de su piel húmeda al tocar el suelo.

Al llegar frente al espejo, tomó y encendio la secadora de cabello, mientras que con ayuda de su mano desocupada, se asegura que ninguna zona de su larga cabellera quedará sin secar.

El sonido constante de la secadora funcionando la mantenía en un trance mientras se veía a si misma en el reflejo del espejo.

– bueno, supongo que haré lo que pueda... Si! Eso haré!!.... Pero, en caso de que hubiera una rival... puede que tenga que hacer algo más que solo lo que pueda...

un rostro determinado se vio opacado por una expresión sombría, una en la que su mirada se había apagado.

Bajo la secadora, poniéndola sobre la meseta frente al espejo.

La poca agua que aún residía entre sus finos cabellos caían hacia al suelo en silencio mientras unas cuantas gotas se deslizan de su frente hacia su barbilla.