CAPITULO 2: Un Encuentro que Cambió el Destino

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— Oye, Noah... ¿hubo un momento en el que te has puesto a pensar... si vivir realmente es necesario?

— ¿Ah? Ja, ja, ja, ja, veo que es cierto cuando dicen que la noche te pone pensativo. ¿Por qué te ha surgido esa pregunta?

— Es que... me he puesto a pensar si la existencia de cada persona realmente tiene un valor significativo...

— ¡Por supuesto que tiene un valor!, hay una sola cosa que me mantiene con la esperanza de poder experimentar el valor de la vida que todos merecemos, en especial, el que yo merezco.

— Pero... ¿tú aceptas la idea de que haber nacido haya sido algo bueno?

— Ja, eso es obvio, yo nací con un objetivo y la vida se dio cuenta de que mi espíritu es un guerrero con las habilidades necesarias para cumplir esta misión que se me ha otorgado.

— ¿Misión?, ¿objetivo?, eso quiere decir... ¿Qué tu vida ya está escrita?

— No...

— Entonces, ¿a qué te refieres?

— Pues... no tengo ni idea que es lo que me depara el futuro, pero, ¿no es eso lo que hace interesante a la vida?, tan solo de pensar en ir escribiendo tu propia historia como un libro, donde cada página es una nueva experiencia, adentrándose a aventuras maravillosas y la trama va cambiando independientemente de nuestros sueños y acciones a lo largo de los años. Emocionándome por cada capítulo que escriba con mis propias reglas y personajes... eso me hace querer apreciar tal tesoro oportuno que se presenta en mí ser.

— Objetivos... sueños... Mmm no sé realmente lo que... significa tener un sueño emocionante, creo.

— ¿Qué cosas estás diciendo? ¿Cómo que no tienes sueños?

— Supongo que no, es que... no me he puesto a pensar en esas cosas, pero ¿son esos los requisitos que realmente define el valor de la existencia?

— Supongo que sí.

— Entonces... si no tengo esas cosas... ¿mi vida no tiene valor?

— Mmmm, no puedo responder esa pregunta... a mi vida le he encontrado un valor, tengo mis objetivos y así como tengo mi valor y pude encontrarlo, tu también puedes hacerlo, es algo que tienes que descubrirlo por tu cuenta, tú debes definir si fue lo correcto o no haber nacido.

— ¿A qué te refieres con definir si fue lo correcto o no?, ¿Dónde se supone que debo encontrar esa respuesta?

— Buena pregunta, pues, verás... La vida es una maravillosa aventura en busca de ambiciones que dan sentido a nuestra existencia. Encontrar nuestro verdadero valor y sentido radica en hacer realidad esas ambiciones. ¿Por qué nacimos, si no para perseguirlas con pasión?

— Para llegar a la meta... necesitamos a una aliada principal, que será como... las alas que nos impulsen a cumplirlas, la esperanza, es aquella sensación influyente en nuestro crecimiento personal o al menos yo lo sentí así.

— Si no tienes esperanza y no crees en ti mismo, la razón de actuar en las cosas que te benefician y que te permiten avanzar a tu meta simplemente hace sentir que no vale la pena seguir viviendo, el estar arrepentido de no vivir con libertad es una mierda. Y yo quiero una vida sin esa palabra en mi diccionario

— Entonces... ¿Qué pasa si la esperanza no existe?

— La esperanza nunca muere, Leo, solo se esconde. Buscarla a veces puede ser difícil, pero los amigos y alguien en quien confiar la hacen más accesible. Por ejemplo: tú me das esperanza para ayudarte a no rendirte y seguir adelante, sin importar las circunstancias, eso me hace pensar que juntos podemos alcanzar la felicidad que merecemos.

Dulce OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora