Jimin juraba que debía hacer algo especial por el cumpleaños de su esposo. De verdad que debía.
No por trapear el piso con él, claro que no. Era más que nada el hecho de que su Jungkookie se merecía el mundo entero, el universo y todo lo que en él había. Además, recientemente Gyu se había ido a tocar el arpa con algún querubín y aquello aún lo tenía triste.
Lo cual era normal, aquel animal había estado siempre junto a él y era como su hijo. Y debía estar orgulloso, pues Gyu superó con creces la edad que se estimaba para un perro como él.
Por ello, decidió planear un viaje bonito a lugares que estaba seguro él disfrutaría. Largos paseos por viveros y reservas naturales, hoteles pequeños y habitaciones acogedoras.
Era lo que más le gustaba a Jungkook... Además de ser mecánico, claro. La naturaleza y todo lo que la conformaba para él era maravilloso.
— Mimi... ¿Qué haces? —preguntó Jeon, abrazándole por la espalda, yendo automáticamente a agarrar uno de sus rollitos— Por favor, no bajes estos nunca... Me encantan. —sonrió.
Recientemente, Jimin había aumentado sólo un poquitín de peso y pues... A Jungkook le gustaba todo de Jimin; ese poquito de grasa no sería la excepción. Es más, le había hecho hasta un book de fotos plagadas de corazones.
Si, Jimin se veía precioso y no podía no recordárselo.
— Pienso... —respondió riéndose por las idioteces de su esposo— ¿Has regado el patio hoy? —preguntó despacio.
— Sí. —sonrió— Las margaritas que planté sobre Gyu crecieron preciosas... Y es entendible, con su tamaño, las plantas tendrán abono por años. —bromeó.
Jimin soltó una pequeña carcajada y negó, dándose vuelta para quedar frente a frente con él, limpiándole una lágrima que rodaba por su mejilla.
— Sé que aún lo extrañas... Pero vamos, fuiste el mejor amigo que pudo tener... Su vida no pudo haber sido mejor, mi amor. —acarició su rostro— Llora todo lo que quieras, estoy aquí. —lo abrazó con fuerza, permitiéndole apoyarse en él.
— Gracias... Te amo. —le sonrió, para luego seguir llorando un rato más.
Apenas se levantaron, Jimin le avisó que debía preparar sus maletas porque viajarían bastante por la semana de su cumpleaños. Que pusiera ropa de todo tipo porque realmente iba a ser una travesía.
— ¿Dónde iremos primero? —preguntó.
— Pues obvio que es sorpresa. —rodó los ojos.
En pleno lunes, comenzarían su largo y extenso viaje. El día especial de su esposo caía el viernes así que tendrían bastante tiempo para divertirse.
— Bien, voy a tapar tus oídos y tus ojos, te guiaré de la mano. —sonrió.
Grave error, Jungkook terminó tragándose un letrero y cayendo de trasero al suelo.
— Juro que fue sin querer... Ay dios, tu nariz está sangrando... —esa fue la vocecita preocupada del rubio— Déjame te limpio...
Antes de subirlo al avión, literalmente lo hizo, sin querer, tropezarse con un montón de maletas de una numerosa familia que aguardaba allí.
— Mimi... Si sigues así, pronto estaré con los Müller, Gyu y su novia. —se quejó.
Así, Jeon terminó subiendo al transporte con dos bolitas de algodón incrustadas en sus fosas nasales, unas banditas pegadas en sus rodillas y un pequeño envase de leche de banana que su esposo le compró para que no llorase.
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JEON'S GARAGE - KOOKMIN SHORTFIC [TERMINADO]
FanficEn un tranquilo pueblo a los costados de la carretera, se halla el taller de Jeon. Tiene un pésimo carácter; es gruñón, prepotente, bruto y amargado. No tiene otros intereses que no sean su perro, los autos y las flores. Eso, y que odia a los niños...