¿Eres seguidor de la obra de Tolkien y las adaptaciones cinematográficas de Peter Jackson?
¿Eres un adolescente incomprendido con las hormonas alborotadas y con la necesidad de "fangirlear" con estas hermosas sagas?
Si es así, déjame decirte amigo...
A Sergio y Marisse, quienes me dieron el empujoncito para que este fanfic viera la luz. Saben que esta historia se basó en lo que viví dentro de una Rd cuando tenía 15 años y la atesoro en mi memoria con todo el corazón. El tiempo no perdona, los años pasanron, he crecido y aún así jamás olvidé que durante mi adolescencia me derretía de amor por Fili💖
Prólogo
Un pequeño de cabellos azabaches ojeaba fascinado el pequeño libro que el mago gris había dejado en su última visita. En él habían hojas sueltas, con escritos, cartas, poemas y algunos dibujos de paisajes; otro de un imponente señor enano de mirada domiante, pero la que más llamó su atención fue la de un enano sosteniendo la mano de una hobbit que le resultaba familiar.
–Frodo, ¿Qué estás haciendo? – Le interrumpió su tío que entraba en la sala con una bandeja de té. –Ese libro es de Gandalf, ya te dije que está mal husmear en las pertenencias de otras personas –le reprendió. Más su respiración se cortó al ver dibujo que el pequeño apreciaba.
–¡Tío, mira! ¡Es idéntica a la foto de la chimenea!– exclamó entusiasmado, pasando por alto la reciente llamada de atención.
En efecto, la hobbit en el dibujo de aquel libro era la misma que en el retrato que conservaba en la sala.
–¿Quién es ella, tío Bilbo?
Los ojos del nombrado se llenaron de lágrimas en cuanto los recuerdos invadieron su mente. Suspiró conteniendo el llanto y con una sonrisa amarga se sentó en su cómodo sofá frente a su sobrino, tomando el libro entre sus manos.
–¿Alguna vez Gandalf te contó el cuento sobre la hobbit que se convirtió en princesa?
–¿Una princesa Hobbit? ¿Es eso posible?– preguntó fascinado el pequeño de rizos negros.
Bilbo asintió con una sonrisa dulce y una mirada melancólica. Aquellos grandes ojos azules de mirada soñadora solían recordarle a aquella chiquilla.
–Verás mi pequeño Frodo, yo tenía una hermana...
"La Balada de Fili y Estella
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Todo había empezado 60 años atrás, cuando su pequeña hermana había cumplido la mayoría de edad para un hobbit. Había alcanzado la edad propicia para desposarse. Los Bolsón eran una familia de renombre en Hobbiton, lo que convertía a Estella en una de las solteras casaderas más codiciadas en la Comarca, sin embargo a Bilbo le traía sin cuidado seguir las "buenas costumbres" que dictaban la sociedad de medianos. Había decidido no forzar a su pequeña hermana a desposarse con cualquiera, de todos modos no consideraba que ninguno de sus pretendientes se encontrara a la altura. Por su parte, Estella no mostraba interés alguno en formar un hogar. En la flor de su juventud su única pasión eran sus libros de aventuras, las novelas de amor, los cuentos y los poemas. Bilbo estaba convencido de que los estándares de su hermana eran casi imposibles (o al menos en Hobbiton) por lo que daba por sentado que ella jamás abandonaría Bolsón Cerrado, sus vidas seguirían tal y como lo era en ese entonces y la idea llenaba su corazón de regocijo; después de todo solo se tenían el uno al otro.
