UN JUEGO MÁS / PARTE II [Aventurándonos en el Gigante Comercio]

EPÍLOGO (3)

El Bosque Retorcido.

Como lo indica el nombre, se trata de una zona repleta de arboles con los troncos doblados y entrelazados y las raíces saliendo de la tierra cómo si fuesen serpientes. Era natural verlos crecer de esa forma, aunque en un principio captó una intriga en los visitantes. Las hojas verdes oscuras tenían diferente variedad de formas que la humanidad reconocía a simple vista. 

Cada temporada las cabezas de los arboles se unían con su semejantes y entrelazaban sus ramas para nunca soltarse; y que decir sobre sus raíces. Ese fenómeno causaba que se crease un techo y suelo especial lleno de ramas, así como las hojas eran las siguientes en brotar. A penas el césped brotaba de la tierra.  Y debido a su color natural, por las noches el bosque era tan oscuro que apenas si podías ver tus propios pies; estoy seguro que poseyendo una linterna podrás ver el camino.

Curiosamente el crecimiento anteriormente de estos arboles procedía de un periodo cada año. Sin embargo, después de "cierto año" el crecimiento se multiplicó exponencialmente.

Muchos creen que se debe a la gigantesca roca con la forma de un huevo ubicaba dentro de la Zona Boscosa. Ya que antes de aparecer, los arboles no sufrían este crecimiento exponencialmente anormal.

Se conoce que La Roca no cayó del Espacio Exterior, tampoco emergió de las profundidades. Tan solo apareció y provocó este efecto en la naturaleza. Provocando que todos los animales que antes habitaban el bosque fuesen desapareciendo. 

Se sabe que están desaparecidos, muertos no. Y eso se debía que nunca se encontraron cadáveres o restos de animales en descomposición. Sin embargo, los insectos fueron los únicos residentes del bosque. Por lo que aun se escuchaba el canto de las cigarras por la noches.

Se conoce por algunos qué una persona venía las noches de luna llena y realizaba poemas y bailes frente La Roca.

Muchos quisieron observar esos eventos de Luna Llena, pero el ambiente era tan pesado que repentinamente sentían mucho miedo al acercarse, y retrocedían buscando la salida del Bosque Retorcido.

...

Hoy era noche de Luna Llena.

Hoy esa persona se encontraba frente la colosal roca, donde yacía un media luna de velas rojas encendidas, mostrando un rezo benevolente con la cabeza inclinada.

Me parece que estaba murmurando palabras en latín... pero el canto de las cigarras no dejaba escuchar la oración completa.

...

Entonces, sus labios dieron una pausa... y luego de 14 segundos prosiguió.

Resulta haber sentido una presencia observando sus actividad... No obstante, reconoció la presencia de su observador.

Detrás a sus espaldas manteniendo una distancia alejada, de bajo y en medio de un arco de ramas que pareciese ser la entra a La Roca; el traje oscuro bordeado en anaranjado de Espadachín delató su llegada.

Tenia el ceño fruncido que su casco no dejó visualizar.

Tal parece que estaba molesto.

La persona que seguía murmurando su rezo frente La Roca escuchó las palabras de Espadachín en el idioma Tailandés

...

"Faltar una reunión... por esto."

Nuestro misterioso personaje detuvo su rezo y levantó su cabeza inclinada, así como su figura curvilínea.

Luego, abrió la boca para trasmitir una voz sosiega y dulce en el idioma Colombiano.

- Las noches de Luna Llena son únicas.

"Las prioridades y responsabilidades del Super Intendente también se acatan."

- ...Pero no esta vez... Es una señal. Una extraña coincidencia. -la aparente chica miró sobre su hombro al unísono, quien al instante recortó su lejanía para quedar un metro cerca-. Pedí el permiso... para aprovecharlo. Mi Señor escuchó mis plegarias. Las aceptó en su seno. Es más profundo. Más fuerte. Este lugar... es donde escucho con claridad...

Espadachín la interrumpió estirando su brazo colocando un par de dedos tocando la nuca.

"Tienes un 'Señor' aquí; estas en cuerpo y alma."

...

De pronto, una venticas entró y apagó todas las velas.

...

Se escuchó un crujido... pero Espadachín no cambió su postura.

...

*¡FOSH!*

Las velas liberaron una incandescente flama que duró por un segundo activa, en ese lapso de tiempo se observó una mancha grande en el centro de La Roca que formaba un símbolo importante; a si mismo, la chica, quien ahora estaba viendo a Espadachín frente a frente, mencionó con una mirada pesada junto su pequeña sonrisa.

- La comparación... no funciona.

Espadachín miró fijamente a la chica con una mirada seria que no se podía visualizar. Y hablando en el idioma Tailandéz, dijo:

"Pudiste ayudarla... Capturar al Destello Esmeralda."

La señorita solo cerró los ojos sin quitar su sonrisa.

- Deberías agradecerme... Yo sostuve el cuello de ese galán... para que le cortes la cabeza. Y luego... reclamé los restos de la hazaña... y lo usé para ésta ceremonia.

¡...!

Terminando su oración y al abrir los ojos, las flamas volvieron a brotar por dos segundos.

El tiempo suficiente en ver, debajo de sus pies, un suelo lleno de diferentes he innumerable muñecos de algodón con ojos de botón vistiendo diferente estilos y diferente peinados.

La señorita recogió uno en particular, y se lo enseñó a Espadachín.

- ...Este pequeño desgraciado ya fue consumido. Aun quedan muchos más. Y al terminar... lo buscaré inocentemente..., lo seduciré con mis encantos..., lo arrinconaré en este sitio..., y... -al presionar la mano que sostuvo al muñeco de botón, fue destrozado por la mitad y el liquido vital se derramó por todas partes-. ...destruiré sus órganos.

No pasó ni dos segundos cuando las dos mitades del muñeco que antes fueron uno cayeran de su mano.

Ver la escena no le entregó ni una pisca de emoción. Pero creyó innecesario seguir con el brazo extendido.

"Que no se repita. Conozco tu debilidad. Incumple otra vez... y no habrá otra luna llena."

Espadachín dio media vuelta y de un parpadeo... desapareció.

...

La señorita habia escuchado el mensaje.

Pero en sus ojos no se notó una pisca de preocupación. Al contrario, mantenía su pequeña sonrisa en su mirada perdidamente aburrida.

Luego se dio la vuelta tranquilamente, para regresar a su oración.

Sentia que la noche pronto terminaría.

Por lo que juntó las manos y comenzó a rezar bajo la suave calides del calor de las velas.

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