CAPÍTULO 4: PARTE(5)

146 5 8
                                    


Parte 5: Seguimos avanzando.

— ¡Carmen, Carmen, Carmen!

Valeria Córdova estaba llamando a su mejor amiga, Carmen, para tener una animada platica mientras, le seguían las espaldas al trio de chicos delante, quienes eran guiados por el soldado del orden.

Carmen sólo miró sobre su hombro, diciéndole: "¿Que sucede, Vale?"

— Antes de que Accelerator nos encerrase en ese muro, y luego de formar el circulo que sugeriste, demostraste ser una buena peleadora al momento de luchar.

— No sé si es apropiado decir que soy buena luchando en un juego donde usas un escudo y una espada de madera. No he tomado clases regulares de esgrima para decir que "soy la mejor".

Valeria se acercó hasta colocarse a su lado y adaptarse al ritmo de su velocidad, para no quedarse al último.

— No, no. ¡Me refiero cuando hiciste esas increíbles "llaves"! —luego Valeria imitó los mismos movimientos que recordó—. Lo tomaste... ¡así! Luego... ¡así! Y por último... ¡Panck! Yo los remataba con un golpetazo. —después de su demostración bajó las manos—. ¡Fue sensacional, de veras! Hacemos un increíble dudo juntas.

— Con que eso te referías. Supongo que no lo hacemos mal. Disculpa por no darte una respuesta apropiada. La importancia de "sobrevivir" como equipo hizo que me despistara del asunto, y lo ignorara.

— Ah, no, no, no, no te preocupes.

Pero ella sabía lo que quería.

— Asumo que quieres saber eso, ¿no es verdad? Del como aprendí a luchar a pesar de no tener similitud con un auténtico luchador.

Valeria abrió los ojos por la sorpresa. Esa pregunta se lo iba a decir. No cabe duda que Carmen se anticipa a todo. Fue el pensamiento que recorrió su cabeza.

— ¡Guau! Carmen en serio eres fabulosa. Eso mismo iba a preguntarte.

Ya lo suponía.

— Entiendo. Antes del asunto del Covid-19, cuando era niña, mi padre, después de perder una terrible discusión con mi querida madre, salimos para encontrar un centro de autodefensa para defenderme al momento de encontrarme con personas sumamente malas. Capoeira, Karate, Kung-fu, Tae Kwon Do, Judo, Muay Thai, Aikido, Kickboxing, Mugendo..., y un gran etcétera. —Carmen abría seguido hasta llegar al penúltimo, pero al notar el rostro incrédulo de Valeria prefirió omitir y, llegar al punto—. Fueron las sedes donde permanecí por corto tiempo. Sus técnicas eran interesantes, pero no iba acorde conmigo. No fue hasta ingresar a la sede de Artes Marciales Mixtas. Ahí me pude desempeñar correctamente.

— ¿Artes Marciales Mixtas? No es el boxeo con "nombre bonito".

— ¿Por qué piensa eso? El boxeo no encaja adentro de esa categoría.

— Ah bueno, mi mamá me dijo que ese estilo es la copia del Boxeo en sí.

Carmen, lejos de ofenderse o recriminarle, se tomó su comentario con una ligera risita que no se esforzó en tapar.

— Tu madre parece tener sentido del humor, he-je. El Boxeo: te ayuda a perfeccionar técnicas solamente con los puños. En cambio, lo que practiqué, constituye en desarrollar diferentes estilos de lucha cuerpo a cuerpo y no sólo usando los puños: patadas, rodillazos, codazos, estrangulación, y mucho más.

— ¡Hoooooo! Quieres decir que tienes más variedad a la hora de pelear, ¿verdad?

— Correcto. De ahí aprendí diferentes "llaves" para mi propia auto defensa. Lo que viste es el resultado de mi entrenamiento.

UN JUEGO MÁS / PARTE II  [Aventurándonos en el Gigante Comercio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora