En otra vida

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-Taehyung-

No pude detenerme, estar dentro de Hoseok era la mejor sensación que había experimentado nunca, incluso Jimin no pudo complacerme de esa manera. Estuve tan perdido en mi placer que ignore el bienestar de Hoseok, no atendí a sus súplicas e intentos de llamar a Vante para que me detuviera, solo una cosa pudo hacerlo, sentir la formación del lazo.

La realidad de lo que había hecho me llego cuando Vante aulló al saber que ahora Hoseok por fin nos pertenecía, me quite de encima de él y me puse la ropa tan rápido como pude, hiba a decirle a Hoseok que se marchara, pero cuando estuve a punto de hacerlo, se desmayó. Logre tomarlo en brazos antes que impactara contra el suelo, llame a Lisa y a Jin para que subieran y me ayudaran a llevar Hoseok a la camioneta. Salimos rápido de la empresa y antes que me pudieran preguntar a donde íbamos, se los dije, a casa.
...

Hoseok estaba tendido en mi cama, ahí lo coloqué por qué ya no supe qué hacer hasta que el médico llegara, la había llamado unos minutos atrás, él se veía tan lastimado, tan vulnerable y sabia que era mi culpa, pero como defensa dire que fue más suya. Ròse llegó treinta minutos después, ella, era la delta de Lisa.

-¿Qué sucede Tae? Me llamaste tan desesperado que vine lo más rápido que pude- fue lo primero que dijo en cuanto entro. La miré unos segundos antes de poder decirle algo.

-Encontré un alfa-me dio una mirada confusa y seguí- Encontré un alfa en mal estado, al parecer está marcado, pero gravemente herido y quiero que lo revises- su rostro se volvió un gran signo de interrogación.

-¿Tú trajiste a un desconocido aquí?- se acercó a mí intentando hallar algo más.

-Bueno, no te he llamado para que me hagas un interrogatorio, solo revísalo y has algo para que mejore- dije por último y la invite a seguirme.

Caminamos hasta subir a la segunda planta y nos dirigimos por un largo pasillo, la cara de Ròse se iba tornando cada vez más intrigante al ver por qué camino íbamos y callo en total asombro cuando llegamos, mi habitación. Cuando entramos note que Hoseok había despertado, cuando me vio intento moverse, pero sabía que estaba lastimado, así que le advertí con la mirada que no se moviera y así lo hizo, se quedó quieto.

-Es él, revísalo, por favor- dicho esto salí de la habitación, no soportaría ver su dolor cuando se curaran las heridas.

Me dirigí a mi oficina para despejar mi mente, tome un cigarrillo y lo acabe, tome otro y seguí con más hasta que llegue al último de la cajetilla, salí al balcón y contemple la luna, se veía tan hermosa y tranquila que por un momento cerré los ojos y desee ser una mejor persona, un mejor alfa, un mejor destino para Hoseok y esa noche entre un suspiro le pedí perdón por echar a perder la vida de uno de sus hijos.

Había pasado ya una hora desde que deje a Ròse con Hoseok así que salí y camine de nuevo a la habitación, cuando entre ella había terminado de vendarle el hombro donde estaba la marca. Algo me guio a ir a su lado, note como su cuerpo se tensó y Vante se sintió fatal al pensar que ahora que era nuestros nos temía.

-¿Y bien?- pregunté y Ròse menciono que su cuerpo había sido gravemente herido, pero que lo primordial era el dolor de la marca que no había sido curada, ahí lo recordé, no lamí la herida y eso debió haber sido demasiado doloroso tomando en cuenta que anude en él, carajo.

Antes de marcharnos de la habitación, ella lepidio volver a recostarse y así lo hizo. Nos dirigimos a la planta baja en un completo silencio que me era extraño con ella.

-Gracias por venir- dije cuando vi que iba directamente a la puerta principal para marcharse.

-Sabes Taehyung- se volteó cuando tomo la manija- ese alfa que está allí arriba está impregnado de tu maldito aroma- me miraba casi con odio.

-Lo cargué es por eso- dije en un intento de que me creyera.

-Claro-abrió la puerta y antes de salir por completo, me dio una sonrisa cansada y me aterro lo que dijo- Si encuentras al alfa que le hizo esto dile que ponga atención en su aroma, ahora es más dulce- y salió por completo azotando la puerta.

Me quedé ahí en medio del gran salón de bienvenida intentando procesar lo que me acababa de decir, ahora mi plan se iba a complicar un poco más, puesto que Hoseok... había quedado en cinta.

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- En un sueño me perteneces, en un sueño estas conmigo, solo en un sueño.