Era un día cualquiera en la preparatoria Aoba Johsai. Nos remontamos a principios del primer semestre escolar. Los pasillos eran ruidosos, o por lo menos para aquel opuesto del club de voleibol de la escuela ya mencionada.
Llegó a clase para empezar su rutina como de costumbre. No se extrañó de que su compañero el cual ocupaba el asiento de lado no había llegado todavía.Faltaban todavía unos diez minutos para que empiecen las clases y Kindaichi acostumbraba a llegar poco tiempo antes del profesor. A día de hoy Akira trataba de entender cómo es que su mejor amigo consigue llegar justo antes del profesor que les toque a primera hora. Quedaban unos 5 minutos para que empezase la clase y para la sorpresa de todos Kindaichi ya estaba allí. El ya mencionado dirigió hacia su asiento para acomodar sus útiles y saludar a su mejor amigo.
-Hola Kunimi.- Dijo Kindaichi con una sonrisa en los labios. Una sonrisa que Kunimi a pesar de llevar viendo tanto tiempo no se cansaba de ver.
-Hola Kindaichi.- Respondió Kunimi sin ninguna emoción reflejada en su semblante.
-¿Al final que tal te salió la exposición?- Preguntó con intriga Kunimi. Apoyó sus codos sobre su mesa para enlazar sus manos y poner su barbilla sobre aquel soporte. Fue un gesto que hizo de manera inconsciente
-¿Que exposición?- Respondió Kindaichi con una expresión confusa. Se notaba en su expresión que trataba de recordar el hecho del cual el peli-castaño le estaba hablando. Pero era como si lo hubiera borrado de sus memorias.
-La de ciencias naturales, la clase que me salté ya que no íbamos a hacer nada importante- Dijo Kunimi con desgana. Esa clase era muy aburrida y más si lo único que iban a hacer era oír a adolescentes pubertos hablando sobre animales que sabía de su existencia desde que tiene tres años. De hecho, estaba seguro que mínimo 6 personas habrán escogido el mismo animal.
-Oh, bueno todo bien. Hasta que a mi cerebro se le ocurrió decir que las personas somos persianas- Dijo Yuutarou mientras buscaba en su mochila algo. Soltó el comentario, esperando que su compañero no se grabase esa frase como si fueran sus últimas palabras.
Kunimi por su parte se estaba tratando de no reírse ya que era un error tonto que le podría pasar a cualquiera, o eso se decía a si mismo. Tampoco era buen momento para echarse a reír, todo el mundo estaba hablando en un tono medio y si se ponía a reír parecería el ruido de una ballena entre olas de mar. La única diferencia era que a las ballenas hay gente que les va a ver y quieren oír ese sonido. Aunque es un poco raro a su parecer.
-Oye, ¿tienes un pañuelo? Es que no encuentro los mismos-
Le preguntó Yuutaro a su compañero y mejor amigo. Se encontraba algo enfermo o puede que sea el hecho que como mucho llevaba unos 20 minutos despierto.
-¿Para que? Si somos ventanas, no necesitamos pañuelos-
Dijo Akira en tono de burla hacia su mejor amigo. Al terminar de decir la frase sabía que algo de lo cual había dicho no cuadraba. Pero ni intentó corregirse por que no sabía donde había cometido el error.
-Serás idiota, dije persianas no ventanas- Dijo Kindaichi para acto seguido liberar un suspiro y rodar los ojos.
Kunimi iba a replicar pero en ese preciso instante ingresó el profesor al aula y se notaba que había amanecido con el pie izquierdo como solía acostumbrar. No le quedaba de otra que esperar a que la clase no se hiciera tan larga y que llegase el cambio de clase para perderse entre las masas de alumnos un rato.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
