Comedor

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(Thomas)

Me había dormido en el helicóptero, soñando con varios recuerdos, pero uno en especial me llamo la atención.

Habían demasiados guardias con sus perros guardianes, miles de personas intentando entrar a la base en donde aquellos hombres estaban. Llorando y rogando.

Pero había un niño pequeño, siendo cargado por su mamá. Podía ver que el niño no entendía nada por su expresión, pero su mamá lloraba.

Entonces me di cuenta que aquel niño era yo. Y esa mujer era mi madre.

La pelinegra se detuvo, y aun con lagrimas en sus ojos, hablo con voz corta.

No lo olvides, Te amo...  —me soltó suavemente. —Te amo, Thomas. —repitió

Antes de que aquel niño pudiera contestarle, unos hombres lo alejaron de ella.

Me habían alejado de mi madre.

Lloraba y suplicaba, pero ellos no escuchaban.

De pronto la imagen cambió, dejándome ver a varios niños y tres niñas.

Thomas —alguien me habló, yo volteé a ver a la persona que me hablaba. —Estarás bien.

Se trataba de Ava.

 En un giro rápido, ahora estaba dentro del elevador del laberinto. Me levante torpemente, con la esperanza de que todo era un sueño y que no había vuelto a ese espantoso lugar.

Levante la cabeza, la caja iba a estallar conmigo adentro.

¡Thomas! —Reconocí la voz de Minho gritando mi nombre una y otra vez, pero al no verlo por ningún lado me desesperé, haciendo que suelte un grito frustrante.

—¡Thomas! —Desperté desorientado.

Podía escuchar el sonido del helicóptero y miles de disparos. 

—¡Tenemos que irnos! —gritó Minho, agarrándome fuertemente del brazo.

Vi como Cassie se despertaba gracias a Newt, que este también le había gritado. 

Me bajé del helicóptero empezando a correr, pero me regresé al darme cuenta que no traía el pequeño monito de Chuck, por lo que me regrese asustado por este.

—¡Cranks, tenemos cranks! —escuché gritar a un hombre a lado de mi, confundiéndome.

—¡Necesitamos apoyo! —pidió otro.

Nos llevaban a un enorme edificio en medio del desierto, parecía en buen estado y muy brillante.

Entramos todos con la respiración agitada, viéndonos unos a otros.

Habían muchos trabajadores, maquinas enormes y cajas por todos lados.

Un encargado nos llevo a una habitación, llena de comida. Todos devorábamos la comida apresurados como si se fuera a ir. Excepto Cassie, quien comía muy poco y despacio, con la mirada abajo.

La mayoría lo notamos, sabíamos cual era la razón por la que ella estaba en ese estado. Pues, no debe de ser lindo que alguien te diga que eres la hija de una mujer que mataba a gente, y no ser apoyada.

Cuando la comida se acabó, nos sentamos todos a platicar un poco, para destrozar la tención.

Alguna que otra vez Minho bromeaba y reíamos, pero Cassie estaba tan alejada de nosotros que solo hablaba de vez en cuando con Jane y con Dereck. Newt tampoco habló tanto, pues este miraba a Cassie arrepentido. Pero la pelirroja no lo volteaba a ver.

THE MAZE RUNNER 2: Running For Us ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora