Los padres de Jisung, a pesar de que éste estaba en una muy buena situación económica lo mandan a buscar trabajo para ser un verdadero "hombre", lamentablemente nadie que ofrezca un buen trabajo contrata a un joven de 19 años sin haber terminado una...
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Pasaron exactamente tres días después de el "incidente" entre Jisung y Minho, el pelinegro estaba bastante decepcionado, pero no le contó lo sucedido a Felix, prefirió quedarse callado, ya que pensaba que si le decía algo, arruinaría la linda relación que llevaba con Changbin, entonces era mejor no comentarle nada y guardar su distancia con Minho. Solamente que por trabajos de la escuela y por su mismo trabajo en el bar no sabía mucho del pelinaranja, a veces se detenía a saludar al grupo de chicos, pero nunca se detenía a mirar bien si se encontraba aquel joven, lo que le preocupaba era que, desde aquel día no lo veía en el bar, por lo que había escuchado él era cliente frecuente así que suponía que asistía todos o casi todos los días al local.
Además, por falta de personal en el bar Hyunjin le propuso trabajar todos los días hasta encontrar más gente que los ayudara, le iba a pagar mucho más dinero, no dudó y aceptó en cuanto la propuesta fue puesta en la mesa, durante esos días había notado al pelirosa igual que siempre, se acercaba a él con intenciones de algo más, al parecer no le bastó con el pequeño encuentro que habían tenido, pero Jisung no iba a dejarse, mucho menos por el chico que le gustaba al pobre Jeongin que ya tenía suficiente con que el mayor no le abriera las puertas. Mantuvo su distancia a pesar de que se encontraba muy necesitado, Hyunjin lo entendió por lo que también empezó a limitarse, pero era un hombre con necesidades también, por lo que no sabría cuánto tiempo aguantaría así.
Era viernes en la noche, es por esto que el bar se encontraba lleno, mucho más que otros días, al ser su primer viernes ahí, Jisung se encontraba bastante agotado, no quería seguir ahí a pesar de que otro mesero y el barista se encontraba ayudándole también.
–Ese cabrón debe conseguir más empleados o yo mismo haré que cierren este puto lugar– Dijo bastante agotado el barista mientras limpiaba una mesa.
–No entiendo por qué sigues trabajando aquí– Le siguió la plática el mesero acomodando un par de cosas en la misma mesa.
–Paga bien a pesar de todo– Soltó una risa, amaba su trabajo, pero cuando las cosas se ponían difíciles lo odiaba con toda su alma.
–Tae ¿Podrías limpiar esta mesa?– Dijo el pelinegro acercándose a ellos, se veía ya muy cansado.
–Universitario y con trabajo, quién te viera Jisung– Habló el rubio negando con la cabeza mientras se iba a la mesa indicada.
–Me sorprende que no hayas renunciado– Habló el castaño algo sorprendido de que Jisung no haya tirado la toalla aún.
–Que más quisiera– Suspiró mientras se sentaba, los clientes habían bajado un poco por lo que se daba el pequeño lujo de tomar un descanso –Hago esto por obligación, no porque quiera– Se quejó recordando las palabras de su padre.
–Pronto terminará este infierno, ahora levántate, Hyunjin a la vista– Le dió un pequeño golpe en el hombro y este se levantó de golpe, fingiendo limpiar igual que el castaño.
