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Luego de que Miguel le "pidiera amablemente" que se fuera, Peter corrió hasta su casa, frustrado al tener que aceptar que no le pagarían las horas extra.

Miró su reloj, el cual marcaba las 3 a.m, se dio una ducha rápida, mojando su cuerpo con el agua fría debido a la prisa que tenía por dormir y a lo mucho que iba a tardar el agua en calentarse.

Al salir volvió a ver la hora.

— 3:22 a.m... bueno, es sábado y podré descansar a gusto...

Después de secar bien su cabello, el castaño dejó sus lentes sobre la mesa a un lado de su celular que estaba cargando, pero antes de cerrar los ojos el recuerdo de Miguel bailando invadió su mente.

...

— ¡Aah! — Peter despertó aturdido, sintiendo su cuerpo arder. — Trato de tomar sus lentes, pero ante los torpes movimientos solo escucho como estos caían al suelo. — Con un-

Se tragó su insulto, ahora tomando su celular, entrecerrando los ojos para poder ver la hora.

— 5 a.m... — Hizo una corta pausa, sintiendo algo raro en su cuerpo, con lentitud levantó un poco la manta que cubría de su torso hacia abajo. — ¡¿Pero qué?!

En ese momento el sueño que tuvo volvió de golpe a su mente, se cubrió la cara con sus manos sintiendo vergüenza. ¿Cómo pudo ponerse así de duro con solo soñar con aquel hombre?

Peter se quedó en su cama, esperando que su erección bajara. Una vez calmado bajo de la cama buscando sus lentes. Después de unos minutos logro encontrarlos, colocándolos con cuidado en su rostro.

— Mucho mejor... — Liberando un suspiro, Peter miró alrededor de su habitación, fue hacia la mesa que se encontraba en la cocina, pues la accesibilidad con el tomacorriente hacía más sencillo que su vieja computadora cargará. — Veamos... su nombre era... ¡Miguel! Si...

Peter buscó el anuncio del club donde había un número telefónico al cuál llamo, donde le habían dado información sobre el empleo.

Esto lo llevó a entrar en diversas páginas web. Cómo en su mayoría cada página hablaba sobre temas "no aptos para niños" fue difícil encontrar la información que Peter buscaba, hasta que al dar un último click encontró algo de información sobre de aquel bailarín, todo en una página muy bien oculta.

— A ver... te llamas Miguel O'hara... tienes... ¡27 años! Woow... y aún así te ves unos cuantos años más joven eh... — Peter se burló un poco, ladeando de lado a lado su cabeza para volver a concentrarse. — No tiene redes sociales, no hay parentescos relacionados... nada que me diga más sobre ti... mmm.

En ese momento Peter recordó algo que el moreno le había dicho.

"De dónde te conozco... estoy seguro de haber visto tu cara antes"

Por un momento, el castaño pensó que tal vez se trataba de alguien de la universidad, aunque no recordaba haber visto a alguien que llamará tanto la atención con su aspecto.

— jumm... ¿podría ser cualquier?.. alguna persona que me haya visto el día de mi entrevista... algún transeúnte que me vio en el autobús... incluso alguien que viva en el mismo edificio que yo...

Peter sobó su frente, pues tantas posibilidades sobre de dónde podría haber visto a Miguel comenzaban a estresarlo.

— Espero que en los siguientes días no me pidan que me quede más tiempo... no creo resistir volver a encontrarme con él... — La voz de Peter tenía un sentimiento de confusión, pero sus palabras parecían más una súplica. Sin haber encontrado más datos volvió a la cama, pues en un rato más debía ir a comprar los alimentos de la semana y por supuesto visitar a su tía.

Stripper Arácnido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora