Tamara
¿Se necesitan razones para querer vivir? En lo personal lo creo, la vida está llena de sorpresas y cosas maravillosas que solo podemos apreciar en sueños, o cuando las perdemos. Soy Tamara Sellinor, tengo 20 años, estudio en la facultad de Artes en la Universidad John Cabot, Italia, estoy en mi segundo año y estoy viviendo mi vida cómo cualquier adulto joven...
O eso diría, si no viviera en mi habitación y solo saliera con el único propósito de asistir a mis clases. No me gusta socializar, no me gustan las multitudes y mucho menos compartir mi espacio con los demás. Algo curioso para quien estudia Artes ¿No? Me gusta lo magnífico que puede ser expresar mucho con algo tan simple y a la vez complejo cómo lo son las pinturas que llego a crear.Aún así, no soy una antisocial, tengo amigos... Tengo una amiga, Mar Feretti, una estudiante de Economía y es de las mejores personas que conozco, amable, bonita e inteligente, con valores que cualquiera envidiaría.
Y ahora estoy aquí, en una cafetería... Esperando que Mar llegue, me dijo que tenía una sorpresa pero no sé que esperar de una caja de sorpresas cómo lo es ella, puedo esperar cualquier cosa, y nunca va a ser ni cerca de lo que ella tiene planeado hacer.
-Finalmente llegó.- dije en mis interiores, ya me estaba hartando la espera e intriga que tenía desde que me senté en esa mesa del café.- Ya habías demorado ¿No?- comenté mientras observaba cómo tomaba asiento en la silla vacía a la par mío.
-No fue nada, tenía que esperarlo o se iba a perder.- declaró con cierta complicidad en su mirada... Había dicho esperarlo, ¿A quién iba a esperar? Todo esto olía a algo y no era precisamente un buen olor.
-¿A quién?- solté sin mucha emoción, no quería pensar mucho más el tema, solo tener una tarde normal con mi amiga, mi única amiga.
-A tu sorpresa, por supuesto Tami Tami.- Replicó con una sonrisa fugaz, con cierto afán en quererme hacer reír, cosa que era muy difícil hasta para ella.- Ya sabes, quería que conocieras a nuevas personas, y esta era la única forma de hacerlo sin que me dijeras que no mi Tami.- Sin más me abrazó para suavizar su sutil declaración.
Oh no, ¿Por qué hoy? ¿No podía ser mañana? A veces la odiaba y era justo por estas cosas. Mar creía fielmente que yo debía socializar más, salir más de mi habitación con el único objetivo de entablar una conversación con alguien además de ella y mis padres.
-Sabes que odio esa idea Mar, no quiero hablar con más personas de las necesarias, contigo estoy bien, no me obligues a hacer esto- dije levantándome de aquella mesa, con la única intensión de irme, no sin antes ser detenida por mi increíble amiga. Tenía esa mirada de pena y tristeza, pero no quería hacer algo así y estaba un poco enojada que lo haga sin avisarme, pero entiendo porque lo hizo, nunca hubiera aceptado si lo hacía por la paz.
-Por favor, se que no te gusta, pero un cambio de aires no te haría mal, solo esta vez, por favor, quédate, perdón por traerte sin decirte.- Hizo una pausa para tomar aire.-Pero no quiero que estés sola cuando no estoy.-Exclamó casi llorando, con esa voz temblorosa que podría hacer temblar al más firme juez... Y acepté, ¿Qué más daba? Solo iban a ser 2 horas, podía hacerlo.
Después de todo, esa era una razón para vivir, arriesgarme un poco y salir de mis habituales mis cuatro paredes, tal vez no sería tan mala idea conocer a alguien más, al final, es parte del camino relacionarme con más personas demás de mis padres.
Y simplemente pasó, un joven de tal vez 1 o 2 años mayor que yo pasó la puerta de aquella cafetería, y simplemente pasó. Nos vimos por unos segundos eternos y lo supe... Lo voy a odiar.
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Mis razones para morir.
Teen FictionBienvenidos a una pequeña historia que podría ser la tuya algun día. Si 2 personas totalmente diferentes se encuentran, ¿Qué pasaría? Tamara Sellinor, estudiante de Artes, amante del silencio y el autontrol conoce a Liam Miccoli, estudiante de Econ...