Razón 2

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Liam

No siempre te relacionas con quien quieres relacionarte, solo te relacionas con quien pase por delante... ¿No? Aquí vamos.

Soy Liam Miccoli, tengo 24 años y estudio Economía y Finanzas en la Universidad John Cabot, estoy en mi último año a nada de graduarme y vivo mi vida cómo debería vivirla. Mar Feretti es mi amiga, la conocí antes de entrar a la facultad, simplemente congeniamos bien, pero nada más allá de un amor de hermanos, ella tiene su novio y yo no quiero algún tipo de relación, fácilmente vivo el momento ¿Qué tiene de malo? Soy dueño de mi vida, y decido llevarla con quien pase al frente.

Cómo la gran amiga que es Mar, cuando me ofreció salir por un café acepté sin pensarlo, lo único que no acepté es conocer a una persona en el camino, no estaba en los planes. No me molestaba, solo era algo nuevo y... raro, ella era rara.

La miré al entrar en aquel café, cabello largo castaño, ojos miel y unas bonitas pestañas, lástima que se vestía cómo si usara pijama todo el tiempo. Tenía una mirada algo perdida, apagada diría yo, tal vez en busca de algo o de alguien. No parecía querer estar ahí.

No pasó mucho hasta que se encontró con mi mirada posada en ella, me había quedado analizándola un poco más de lo normal. Conectamos algunos segundos pero fue ella quien cortó aquella guerra de quien se movía primero, antes de terminarla me dedicó un fruncido de entrecejo, realmente era rara... Esto iba a ser curioso.

Me acerqué con mi mejor actitud hacia mi querida amiga, al final estaba en ese lugar por ella.- Me tenías perdido con tantas direcciones Mar ¿Este lugar es nuevo? Nunca había venido- Comenté mientras veía el lugar y de vez en cuando a la chica misteriosa.-Y... ¿Quién es?- Dije tomando asiento al frente de las dos chicas, de todas formas íbamos a hablar sobre la chica rara, ¿Por qué no adelantarme?

-Ella es Tamara, es una buena amiga mía, ella es la razón por la cual te llamé aquí- ¿Una cita a ciegas? No es cierto, de todo lo posible es lo que menos me esperaba... O quería.- Ella es algo reservada y no habla con casi nadie, quería que mis dos grandes amigos se conocieran y así podríamos crear un grupo de salidas juntos, ¿Qué dicen?.- Exclamó muy entusiasmada, no podía imitar su actitud, todo esto no me puso de buenas.

-No- Respondimos en unísono la tal Tamara y yo, al parecer tampoco quería estar ahí- Mar, tu amigo opina igual que yo, entonces, porque no nos vamos por donde venimos y todos en paz, o solo me voy yo, pero esto no va a llegar a ningún lado- Era la primera vez que escuchaba su voz, era suave pero decidida, era bonita... Pero no quitaba que era rara, ella no quería estar aquí y yo tampoco.

-Vamos, prometiste intentarlo, mira, él es Liam, llevo varias años conociéndolo, es buen chico, solo intenta hablarle- Me señaló mientras me decía con los ojos que sonriera, tal vez debería intentarlo, al final, si Mar quiere que la chica rarahaga amigos, seré bondadoso y permitiré darle mi solidaria amistad.

-Bien, mucho gusto Tam, ya lo dijo Mar, soy Liam Miccoli, estudio economía y me gusta el café-Hablé con una sonrisa, tal vez si daba yo el primer paso perdería esa actitud tan tímida que tenía.

-Soy Tamara, no Tam- Me miró fijamente, sentí que me analizó hasta el último cabello- Un gusto Liam- Dijo para posterior extender su mano hacia mi, al final la chica rara si tenía algo de corazón. Sentía algo, no sabía en el momento que era, pero ahora podría saberlo... ''Curiosidad'' Si, eso era, nada más que eso, curiosidad sobre quien era esta chica al frente mío.

-Bien, me alegro que se presenten, ahora ¿Qué vamos a pedir?- Exclamó con mucha alegría Mar, quien era la más feliz de los tres.

Estuvimos en ese café por 3 horas, hablando, bueno, Mar y yo discutiendo de cualquier cosa mientras la chica misteriosa solo miraba y de vez en cuando asentía. Luego de aquella curiosa salida mi gran amiga creó un grupo, al parecer, ya tenía el contacto de la chica rara sin pedirlo... Si, así la voy a agregar. No hay nada más interesante que destacar de aquella tarde, simplemente fue una situación extraña, con personas extrañas, donde yo también entraba. Tal vez y solo tal vez me daría el tiempo de conocerla, tal vez...

Tamara

No fue mi día, para nada lo fue, ese tal Liam... Parecía una hortensia, tenía ese ligero aroma de cuando arrancas un pequeño ramillete de ellas, estaba cerca de él cómo para no notarlo, pero no, no cambia el hecho de que aquella hortensia era una podrida, no me es de fiar, una hortensia muy confiada, no lo conozco y no quiero hacerlo... O no debería pero, es curioso, solo eso. 

Lo odio.

Me hizo agregarlo cómo contacto, abrí la aplicación de contactos, escribí ''Hortensia'' y simplemente puse guardar, no quería buscar más allá. Al final, ese día fue uno lleno de nuevas experiencias, actitudes y personas, por cosas cómo estas es que existen razones para querer seguir viviendo, nuevas experiencias, que no son exactamente buenas, pero de igual forma las vivimos, porque son parte de nuestro camino... Tal vez ya debería ir a dormir, al final intentar socializar no es lo mío, y solo estoy agotada. 

Mis razones para morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora