El silencio se había apoderado de los días de Liam, envolviéndolo en una niebla densa y gris que apenas dejaba filtrar la luz del sol. La ausencia de Tamara pesaba sobre él como una losa, una carga que se volvía más pesada con cada aliento, con cada latido de su corazón marcando el compás de un duelo interminable.
Las horas se deslizaban lentamente, como arena escapando entre los dedos de sus manos. Liam caminaba por los pasillos vacíos de la universidad, perdido en un laberinto de recuerdos y añoranzas, buscando respuestas que se escondían en los rincones oscuros de su alma.
Los días se desvanecían uno tras otro, fundiéndose en una amalgama de emociones encontradas, de lágrimas derramadas en la penumbra de la noche. Pero en medio de la oscuridad, una luz titilaba en el horizonte, una chispa de esperanza que se negaba a extinguirse.
Fue en un rincón olvidado de la biblioteca donde Liam encontró el refugio que tanto ansiaba, entre las páginas desgastadas de un libro olvidado por el tiempo. En las palabras escritas por otros encontró consuelo, en los relatos de vidas pasadas halló el eco de su propio dolor.
Poco a poco, entre las sombras de la pérdida, Liam comenzó a vislumbrar el legado de Tamara, la huella indeleble que había dejado en su corazón. A través de sus risas, de sus sueños compartidos, descubrió las razones que la habían llevado a vivir, las pasiones que habían encendido su alma en medio de la tormenta.
Y mientras el tiempo se deslizaba inexorable hacia el mañana, Liam se aferraba a la memoria de Tamara, al recuerdo de su amor fugaz, como un faro en la noche que guiaba sus pasos en la oscuridad.
En cada amanecer, en cada puesta de sol, encontraba la fuerza para seguir adelante, un tributo silencioso al legado de aquellos que se atrevieron a amar, a vivir más allá de las sombras.
Y así, entre lágrimas y suspiros, Liam se levantó una mañana, con el corazón lleno de esperanza, con los recuerdos de Tamara como compañeros de viaje en el camino hacia un nuevo horizonte.
Porque al final, en el ciclo eterno de la vida y la muerte, las razones de morir de Tamara se convirtieron en las razones de vivir de Liam, un testimonio de amor y de perdón, de luz en la oscuridad, que brillaría por siempre en el firmamento de sus sueños.
Fin.
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Mis razones para morir.
Teen FictionBienvenidos a una pequeña historia que podría ser la tuya algun día. Si 2 personas totalmente diferentes se encuentran, ¿Qué pasaría? Tamara Sellinor, estudiante de Artes, amante del silencio y el autontrol conoce a Liam Miccoli, estudiante de Econ...