CAPITULO 15

70 5 0
                                    

Capitulo 15

Disculpen por desaparecer, la universidad me consume mucho tiempo. Aquí un nuevo capitulo.

**

La semana pasa con rapidez. Entrevistas, un nuevo proyecto, los niños y la cantidad de prensa amarillista sacando artículos ridículos relacionando mi vida con un hombre diferente cada vez.

Suspiro al aparcar el coche frente a mi casa, hogar dulce hogar. Entro a casa quitando mis zapatos casi desesperadamente. Soy recibida por Daniel con un abrazo fuerte y un "te extrañé hoy, mami"

- Cariño ¿Qué haces despierto tan tarde? - pregunto sonriente. Siempre intenta esperarme y son contadas las veces que lo logra.

- Te esperé toda la noche - responde sonriente.

- Bien, gracias, corazón pero es hora de ir a dormir. Vamos - va varios pasos delante de mi con mucha energía en ese pequeño cuerpo.

Subo las escaleras con cansancio y mucho sueño. Mi teléfono vibra en mis pantalones, atiendo al ver el nombre del contacto.

- Hey, guapo - sonrío coqueta. Es inevitable.

Entro a la habitación siguiendo a Daniel, que ya está en mi cama arropado hasta el cuello. Entro al baño para tener privacidad.

- Hola, preciosa. ¿Qué tal el día hoy?

- Cansado. El personaje lloró todo el santo día, estoy agotada - David ríe.

- Siempre haz podido con ello, Ara.

- Lo sé, cachorro. ¿Tú?

- Pues estoy tratando de quitar el maquillaje de mi rostro. Pasé el día con mis hijas y jugaron al maquillaje en mi rostro.

- Ternurita - río bajo - ¿Cuándo vuelves?

- ¿Ya me extrañas? - pregunta burlón.

- Que tonto eres, de verdad. No te extraño.

- ¿Ah no? - sonrío - ya sé, extrañas mis destrezas lingüísticas.

- Ni tanto, perfectamente un juguete puede hacer ese trabajo y con mayor velocidad.

- Cierto, pero no está el contacto con tu humano favorito.

- ¿Mi humano favorito? ¿Qué soy? ¿Un Alien? - río a carcajadas.

- Cuando menos te lo esperes van a confirmarlo, ya verás. Quién sabe si eres uno y te borraron la memoria - dice con misterio.

- Puede ser. Te habrás acostado con un alien. ¿Y si soy hombre en mi especie?

- No creo que me importe demasiado a estas alturas - reímos.

Hablamos otro rato y me despido deseando buenas noches.

Al asomarme por la puerta del baño veo a Dani dormido a pierna suelta ocupando la mitad de la gran cama. Decido acostarme después de lavar mis dientes y hacer mi rutina de cuidado facial.

En la semana he hablado de manera recurrente con David, siempre aunque estemos cansados llamamos al otro tratando de subirnos los ánimos. No sé exactamente qué siento en mi pecho, o posiblemente sí lo sé y estoy en negación. Pero esta nueva etapa de mi vida quiero vivirla plenamente, sin tantos arrepentimientos. Tal vez David ayude en ese camino.

Un Giro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora