cap II

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Cabaña en la Roca |Año 1991|Pov Narrador |
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El fuerte sonido de las olas golpeando la roca y quebrandose resonaban atraves del pequeño islote. En el centro de esta isla rocosa, una cabaña vieja y humeda se divisaba. La cabaña era de madera mohosa a causa de la humedad del mar. Esta tenia solo dos habitaciones y comparada con el numero 4 de privet drive. Era un completo asco.

Sin embargo era el lugar que vernon dursley habia escogido para refugiarse a si mismo y a su familia de todas esas rarezas y monstruosidades que la sobrina de petunia parecia atraer solo con su existencia.

En la segunda habitacion, atraves de la oscuridad es posible dislumbrar una pequeña silueta tendida sobre el frío suelo de roca en la cabaña, el piso frío áspero y polvoriento donde iris potter luchaba por contener las lágrimas, la pequeña y frágil niña estaba cubierta con una manta vieja y corroída por la suciedad y los años, mientras su primo descansaba en el sofa envuelto en mas de 3 cobijas. Iris se recosto en posición fetal en un intento por calentarse y evitar que el frio le causara mas dolor, ya de por si podia sentir como los huesos de su cuerpo dolian a causa del frio. Aunado a eso los rayos y relampagos fuera le causaban panico. Sin embargo contuvo el llanto sabiendo que si despertaba a alguien seria aun peor para ella.

Siempre había sabido que su vida era miserable, pero... Cuanto mas miserable tenia que ser? Era tan dificil pedir solo un momento feliz? Un dia donde pudiera sonreir sin temer a nada ni nadie? O era acaso que estaba destinada a sufrir toda su vida por sus parientes abusivos?  La pequeña niña temblando y en un intento por consolarse dibujo entre el polvoriento suelo, un circulo con un mensaje simulando un pastel de cumpleaños con sus propias velas. Un dulce pan repleto de glaseado como los que habia visto a su tia preparar por tantos años. Su boca se volvia agua tan solo de imaginar el sabor, anhelando poder degustarlo en verdad. Pero era algo completamente irreal. Sola y sumergida en aquella oscuridad comenzo a tararear una canción de feliz cumpleaños que se perdia entre los sonidos de la tormenta.

Finalmente y tras meditarlo durante un par de minutos, opto por soplar las velas con toda la ilusion y fe que pudo reunir, esperando que si existiera algun dios o alguien que tuviera la posibilidad, escuchara y cumpliera su deseo

*Deseo ser libre* - Todo se habia vuelto silencioso, cadi como si la tormenta se hubiera detenido y las olas hubieran dejado de golpear. Soplo con fuerza y el pastel pronto se esfumó en una nube de polvo. Sin embargo el silencio pacífico que había reinado por tan solo un par de segundos, pronto se esfumó cuando un fuerte estruendo resonó desde la puerta principa. Iris reacciono de inmediato envolviendose en su manta tan rápido como pudo, pronto otro fuerte golpe resonó contra la puerta, como si la persona al otro lado tratara de derribarla.

Esto rápidamente se convirtió en una serie de fuertes golpes que terminaron por despertar a la familia dursley, rapidamente vernon alcanzó la escopeta cerca de su cama mientras petunia gritaba con horror y dudley se escondía detrás del sofá. Finalmente con un último y fuerte golpe la puerta cedió y cayó al piso revelando a una figura gigante, pronto el hombre entró a la casa antes de romper el silencio de forma amigable.

"Oh vaya, lo lamento. Lo arreglare" - luciendo apenado, el hombre recogio la puerta antes de volver a ponerla en su lugar. Iris temblaba de miedo creyendo que el hombre quería matarlos

"Le exijo que se largue de aqui en este momento!! Esto es propiedad privada" - vernon gruñó en voz alta sosteniendo la escopeta con fuerza, el gigantesco hombre camino con cara de pocos amigos hacia vernon, se coloco frente a el antes de doblar el cañón de la escopeta como si se tratara de un trozo de pan.

"Callate " - vernon no se atrevió a reaccionar de forma negativa teniendo a aquel hombre frente a el. Mientrastanto  el hombre examino un poco el lugar hasta que su mirada se poso sobre la delgada y escualida niña, emprendiendo su marcha hacia ella. Iris se quedó quieta paralizada por el miedo aún sin saber las intenciones de aquel hombre.

𝓗𝓮𝓪𝓵 𝓶𝓮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora