Conocimientos...

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Tenía la sangre hirviendo. Por un momento pasó por su cabeza. ¿Es una broma?,  O si sólo era una salida típica de amigos. Pero no, su expresión notaba todo.

Cellbit temblaba como gelatina. El qué arriesga no gana. Se quedaron mirando 6 segundos. Uno al otro. No podía creer lo qué hacía. Estoy loco.

-Yo... Es decir, si- Roier todavía sus mejillas estaban rojas. Y nervioso. Aún qué Cellbit estaba el doble de eso. Aún qué sintió un alivió al saber qué lo había aceptado. No era suficientemente fácil. No se olvidaba qué tenían hijos los dos. Pensandolo bien. Nunca supo bien quién y cómo era Roier en el pasado. En algunas veces cuándo estaban haciendo los planos, Roi comentaba su pasado. Y con quién estaba. Solo sabía cómo era el. En cambio no sabía quiénes eran sus amigos. Roier siempre fue muy cerrado en eso. Solo Max y Quackity eran testigos de el Roier antiguo.

Roier invito a pasar a Cellbit. Aún qué no quería alzar tanto la voz por su hermana. No quería qué se enterara que salía con un hombre. Y no por qué le de pena Cellbit. Simplemente no quería qué se alteraran las cosas ahí. Todavía no estaba seguro de la decisión qué los habían tomado. Pero por otra parte sintió algo en su estómago. Y su corazón latía muy fuerte.

Despues Cellbit de marchó. Aún se sentía muy nervioso Roier. No creía que el cenizo le hubiera pedido una cita. Hace años no tenía una. Al caer la tarde. Roier se vestía formal. O por lo menos un poco. Melissa se le hizo raro de su Primó. Hacía años qué no lo veía así...

-¿Qué haces?- Preguntó Melissa al otro lado de la puerta con confusión en la cara. Le asustó. Mierda ahora qué le iba a decir. Qué iba a salir con un hombre, por qué tal vez le atrae, por qué tal vez y se ha besado con el, por qué casi tienen relaciónes.

-Voy a salir con un amigo.- A Melissa le sorprendió qué Roi fuera tan formal en ese aspecto. Aún qué se veía realmente bien.

-Apoco. Ni yo cuándo salgo con un chico me visto así. Tienes a una muchachita metida en tu vida.- dijo Melissa sentándose en la orilla de la cama. Roier volteó los ojos a la derecha. Cómo podía decirle qué no era una chica. El no era gay ni nada por ese estilo. En un momento se arrepintió de haber aceptado a Cellbit. Se puso a analizar las cosas, y cómo era posible qué le gustará un hombre. Nunca le había sucedido. Tal vez tenía qué aclarar cosas con Cellbit. ¿Y si no estaba preparado para tener una cita con un hombre?.

-No, no, no. Solo voy a salir con un amigo.- dijo Roier dejando claro el tema. Melissa le dio una sonrisa. Y le dio un abrazo. Sabía bien que no era un amigo. Pero tampoco sabía qué era un hombre.

... 6:45 de la tarde.

Cellbit está en un restaurante de 4/5 estrellas. Era muy famoso ese restaurante. Roier tenía que estár hace 10 minutos ahí. A Cellbit no le causó mucha extrañidad. La mayoría de el tiempo llegaba un poco más tarde de lo qué siempre habían quedado. Se había pedido un vaso de agua con hielos. Le empezó a dar angustia al ver qué su cita no llegaba. Pasarón 15 minutos y no estaba ahí. No quería mandarle mensaje. No quería sonar muy urgente de su parte aún qué algunas veces sostenía su atención en el chat de Roier y apretando teclas. Al momento se arrepintia pero volvía a surgir esa sensación. Pasarón otro 5 minutos y no estaba. Cellbit ya había perdido la esperanza. Ya eran las 7:05. Justo cuándo se iba a levantar de la mesa y pedir la cuenta de el vaso de agua con hielos apareció Roier.

-Hola Cellbit... Lamentó haber llegado tan tarde se complicaron cosas con Bobby...- Roier parecía avergonzado por llegar tan tarde a su cita con el chico. A Cellbit no le importaba tanto que haya llegado tarde. Estaba feliz de qué haya llegado y haberlo visto sentado junto a el. Se veía muy lindo. Estaba vestido medio formal. Y traía una loción fuerte pero adictiva.

-No importa. Me importa qué estés aquí.- Cellbit le dio una sonrisa coqueta. Tenía que admitir qué todavía le avergonzaba verlo a Cellbit. Aún qué sus ganas de besarlo eran más altas qué Mariana.

Después de unos minutos estaban hablando y pidiendo comida. Roier se había pedido un espagueti, Cellbit pidió un corte de carne Kobe, juntó a una botella de vino y dos copas. A Roier le impresiono la finidad qué tenía Cellbit. ›Es perfecto‹ pensó Roier. Llegó la comida y empezaron a consumirla. Era excelente, Cellbit le dio a probar un trozo de carne a Roier. El quedó facinado pero prefería el Espagueti.

-Cellbit... ¿No crees qué solo es deseo sexual lo de nosotros?- Roier comentó llamando toda la atención de Cellbit. No era fácil para el ser una aventura. Ni siquiera había andado con un hombre en su vida.

Ya era hora qué Cellbit se le aclarara a Roier. No podía estar escondiéndose de ese tema. Bien sabía qué lo había citado por esa razón.

-No... Roier. Yo no siento solo deseo sexual contigo, también siento amor hacía a ti.- Roier lo miró a los ojos. A Roier le palpitaba a mil el corazón. Sabía qué no era fácil para los dos. Tenían hijos. Y tenían que primero saber si estaban de acuerdo ellos.

-Yo... No lo sé Cellbit. Tengo miedo, hace años qué no hago esto. Y menos con un hombre- Cellbit entendía su punto. Hace tiempo el estaba también esa situación. Se preguntaba qué sentía por roier y siempre terminaba con un ‹No me gusta› hasta qué el miedo lo invadía y qué ser rechazando y a la vez sentir dolor cuándo pasara algo lo hacía sentir mal y dejar sus sentimientos atrás.

-Roier, no te estoy pidiendo qué mañana te cases conmigo. Tenemos qué conocernos. Y aclarar nuestras dudas. Sólo quiero un poco más que seamos amigos. “Un casi algo”. Yo sé qué suena imposible para ti. Pero te juro qué no me voy a apresurar y ni te voy a precionar, dame solo una oportunidad...-  Cellbit le brindó una sonrisa de confianza, Roi también se la devolvió. Era mágico ese chico. El no era un chico cualquiera. «El era su Cellbit»

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Un respiro tuyo |Guapoduo| 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora