Lugar correcto, momento equivocado (Klaroline)

Capítulo 15 - La noche en que todo comenzó

"¡Vamos Nik! Será divertido". Henrik le rogó a su hermano mayor, seguro de que con suficientes súplicas podría convencerlo, "Sé que siempre has querido verlo".

"¿Sabes lo que Padre nos hará?" preguntó Klaus, deseando que Elijah no hubiera viajado ya a las cuevas, siempre fue el mejor en mantener a Henrik fuera de problemas.

"Él no tiene que enterarse". Henrik insistió, pero se dio cuenta de que su hermano no se tragaba una palabra: "Asumiré toda la culpa si lo hace".

"Los lobos son peligrosos Henrik, si nos atrapan sería lo último que veríamos. No estoy listo para morir". Klaus trató de hacer pasar la última parte como una broma, pero se quedó corto.

"¡No nos atraparán aunque Nik!" Henrik lo intentó, con la voz súper emocionada: "Nos sentaremos en lo alto de los árboles. No pueden subirnos allí, solo son lobos. Te lo prometo Nik, no pasará nada".

Klaus podía sentir que su determinación se rompía como siempre sucedía cuando sus hermanos menores lo miraban con tanta esperanza y energía, "No creo...".

"¡Vamos por favor!" rogó Henrik, haciendo un perfecto puchero.

"Le prometí a Caroline que yo..."

"Puedes ver a Care mañana. Por favor, Nik, te prometo que nunca más te obligaré a hacer nada". suplicó Henrik.

Klaus dejó escapar un gran suspiro, "Nada de lo que diga te detendrá, ¿verdad?"

"Nop. Encontraré una manera de ir contigo o sin ti". Henrik respondió con una sonrisa firme en su rostro.

"Está bien, nos iremos, pero harás todo lo que diga, y sea cual sea el árbol en el que acampemos, no lo dejaremos hasta que salga el sol. Y tampoco habrá quejas de esto más tarde. Recuerda, esta fue tu idea. " Klaus estableció las reglas y observó cómo Henrik asentía con la cabeza ante cada pauta: "Bien, ve a vestirte con algo abrigado, probablemente hará mucho frío esta noche".

"No te arrepentirás de esto Nik, lo prometo". Dijo Henrik emocionado y corrió a su habitación para ponerse su ropa más abrigada.

"Realmente espero que eso sea cierto". Klaus susurró mientras entraba en su propia habitación para cambiarse.

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Caroline sintió que todos los nervios de su cuerpo se tensaban cuando detectó el primer aullido en la distancia y corrió de regreso a la seguridad de las cuevas. Klaus y Henrik nunca habían llegado. Mientras caminaba hacia la gran cueva que contenía a los Mikaelson restantes, podía sentir sus emociones en sus posturas.

Elijah estaba frustrado, Kol molesto, Rebekah y Esther estaban preocupados, Mikael estaba furioso. Caminaba con extrema ira y parecía que estaba listo para cometer un asesinato. Caroline sintió lágrimas en los ojos mientras se acurrucaba en su petate, tratando de calmar su respiración, sabía lo que iba a pasar esta noche. Sintió a Elena acostarse a su lado y susurró: "No vendrán, ¿verdad?"

"No, esta noche es esa noche Elena". Ella susurró de vuelta, todavía conteniendo las lágrimas, pero apenas.

"Oh Dios." Elena respondió, su propia voz llena de emoción.

Ninguna de las chicas dijo una palabra más. Cada uno se enterró en sus mantas y lloró en silencio. Tanto para el joven inocente que pronto perdería la vida como para las personas que los rodeaban en esta cueva, su vida nunca volvería a ser la misma una vez que saliera el sol.

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Klaus vio a los lobos dar vueltas alrededor de la parte inferior de su árbol, olfateando, gruñendo y aullando. Los lobos sabían que estaban allí arriba, a salvo fuera de sus fauces expectantes. Klaus miró hacia la siguiente rama y, a la brillante luz de la luna, pudo ver las facciones ansiosas en el rostro de Henrik. Su hermano menor estaba realmente disfrutando de su viaje prohibido para observar a los hombres lobo.