♡; Capitulo 20

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—Ese cabron de mierda tuvo que traer a su guarda espaldas porque no puede contra ati—Refunfuño Andreas

Andreas estaba tan cabreado que tenía demasiadas ganas de arrancarle el pescuezo a Dylan, veía a su amigo Bill limpiandole las heridas a Tom quien había llegado a casa sin pronunciar ni una palabra

—¿A ti que te pasa?¿Los golpes de Dylan te ha dejado mudo?—Hablo Bill

El trago saliva, con la mirada desenfocada en la mesa de centro color marrón que había en la sala de Andreas, sus manos temblaban y le ardían

—¿Un monstruo merece ser amado?—Tom musito bajo con la mandíbula tensada

Bill y Andreas se miraron entre si, sin saber que decir o que hacer ante esa pregunta

—¿Merezco ser amado?—Añadió Tom
—¿Que quieres decir Tom?—Contesto Bill

—Todo mundo merece ser amado, por más cabron que sea todo mundo merece saber y ser amado—Añadió Andreas antes de que alguno de los gemelos lo hiciera

Tom nuevamente se quedó callado perdiéndose en sus pensamientos, en aquellas palabras que Dylan le había dicho

¿Mis manos solo lastiman? No quiero lastimarla, no quiero romperla, no quiero hacerle daño ¿Pero que pasara si llego a perder el control? ¿Seré digno de su amor?¿Merecere su amor aún así?

Me costaba aceptar que un monstruo como yo fuera amado por una chica como ella, ella era todo lo contrario a Ami, era perfecta, y quería que fuera solo para mí, aunque yo no era perfecto para ella

—Deja de meterte en problemas, a Jost no le gustará que te presentes a nuestro primer concierto con golpes, será mejor que te controles—Hablo Bill, se levantó del sofá con la intención de marcharse ya
—No fui yo, el me provoco—

—Dylan no se detendrá, así que tendrás que plantar bien los pies en el suelo y saber controlarte—Contesto—Tendrás que inventarte un buen pretexto para Hannah si no quieres decirle el motivo de tu rostro. Vuelve a casa temprano o madre se pondrá histérica—

Bill termino despidiéndose del rubio y en cuanto se fue Andreas se puso a buscar algunas sábanas para que Tom pasará la noche sin ningún frío en la sala de su casa

—¿Que te ha dicho Dylan?—Pregunto
—Nada...—
—¿Nada? Me parece que si, y eso te ha dejado muy pensativo—

Este nego con la cabeza, cerro los ojos y a su vez echaba la cabeza hacia en el respaldo del sofá

—¿Tienes cigarrillos?—Pregunto Tom

Andrea saco una cajetilla de su habitación, le pasó uno y después le pasó el mechero, se sentó nuevamente en el sofá quedando frente a el, esperando a que Tom le confesara todo lo que había pasado con Dylan

—Si no quieres decírmelo está bien—Dijo Andreas—Las personas no deciden si se merecen lo otro o no. ¿Crees que no mereces ser amado?¿Por qué? ¿Por qué te toco un padre tan desgraciado? Y lo único que aprendiste de el fueron los golpes ¿Lo crees por eso?—

—Jorg no merecía el amor de Simone, ni el de Bill, ni siquiera el mio—

—Talvez no. Aún así lo quieren, tu padre no siempre fue lo que es—Andreas tomó un cigarrillo también, se lo llevó a los labios para después encenderlo—Y tu tampoco, puedes cambiar si eso es lo que realmente quieres. Tu no eres tu padre, tu eres Tom, eres tu—

𝗦𝘁𝘂𝗯𝗯𝗼𝗿𝗻 𝗚𝘂𝗶𝘁𝗮𝗿; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora