rules of daddy ✧ kooktae

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—No he visto a Jungkookie desde el fin de semana pasado, lo extrañooo muuucho. —se quejó el rubio, jalando el brazo derecho de su amigo, mientras caminaban por el campus de la universidad.

—Aish, deja de lloriquear por ese hombre. —emitió cansado el rubio, alejándolo bruscamente, de manera chistosa.

—No es cualquier hombre, ¡es el hombre de mis sueños! —vociferó exageradamente, haciendo reír al mayor.

El blondo divisó a lo lejos a una silueta que ya había visto un par de veces, y qué tal vez haría que su amigo dejara su triste estado.

—Mira quién está allá, te aseguro que ya no estarás triste. Todo lo contrario, estarás más que contento.

—¿Dónde? —preguntó observando a sus alrededores tratando de enfocar su vista en algún lugar que no sabía con claridad. Estaba emocionado por saber quién era el que alegraría su día.

Si fuese el señor Jeon, sería capaz de dejar que lo follara en medio del campus a plena luz del día.

—A tu derecha.

—¿Quién? ¿Chaeyoung-ssi? Se ve bonita hoy.

—Atrás de ella.

—Jihyo noona, me saludó en la mañana.

—Ay Taehyungie, no puede ser, Quiero creer que eres muy despistado o de verdad estás ciego y debes ponerle aumento a tus lentes. —dijo el mayor, guiándolo hacia la dirección que había mencionado anteriormente.

A medida que se acercaban aún más, comenzó a distinguir una figura que conocía bastante bien, por no decir a la perfección.

¡Era el mismo Jeon Jungkook, el CEO de la multimillonaria compañía "Iron"! Tal vez estaba en el establecimiento para hacer unos negocios, así como lo hizo la vez pasada.

Se veía tan atractivo con ese traje negro que constaba en una blanca y pulcra camisa, con una corbata color negro, la cual era cubierta por un chaleco del mismo color, que hacía ver su piel aún más pálida de lo que ya era. Ni hablar de cómo esos oscuros pantalones se ceñían tan deliciosamente a sus tonificados muslos, marcando también su gruesa polla.

El negro definitivamente era su color.

Cuando finalmente llegaron al lugar donde se encontraba el magnífico Señor Jeon, este notó rápidamente su presencia, levantando su mirada en dirección al blondo que se encontraba enfrente de él, le regaló una linda sonrisa de lado, ocasionando que el organismo de el menor se desestabilizara y su corazón se acelerara.

—Señor Jeon, ¿qué lo trae por aquí? ¿Algún negocio importante? —interrogó el rubio observándolo firmar unos papeles de manera seria.

—¿Recuerdas la otra vez que estuve aquí y te dije que era por un posible negocio? —recordó el azabache, recibiendo un asentimiento de parte del menor. —Bueno, pues se ha concretado y hemos establecido un convenio con la universidad.

—Me alegra, deberíamos celebrar. —propuso el rubio, acariciando su brazo con sus uñas y observándolo hacia arriba con su cabeza ladeada, dándole un aspecto tierno ante los ojos del mayor.

—¡Tienes toda la razón, Taehyungie! Deberíamos celebrar el cómo te quieres coger a mi papá, ¿verdad? —expresó molesta una voz detrás del azabache.

El azabache se dio vuelta rápidamente y el rubio se incorporó ofendido, buscando a quién había emitido el comentario, encontrándose con su —casi ex– novio junto a So–Dam, con quien se había vuelto muy cercano estos últimos días.