3.

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Al que lea esto me lo cojo.

[....]

Puede ser un sentimiento raro que alguien te mire constantemente, llega hasta ser incómodo y horrible. Y para Carre al principio resultó muy incómodo, pues ese chico con orejas de oso nunca quitaba su mirada de él, cuando Rodrigo volteaba él lo estaba viendo, y se ponía demasiado nervioso por eso. Nadie lo había mirado de esa manera tan, extraña, ni sus propios amores fallidos.

Y era obvio, ya que Ari solo estaba siendo amigable, y Mayichi, gustaba de otra persona.

Al principio pensó que sólo era casualidad aquellas miradas, pero cuando pasaban los días, se dio cuenta de que eso ya no era normal. Asi que un día decidió hablarle, pues pensó que era una persona tímida, ya que lo veía siempre poco expresivo y muy serio.

Al principio no fue muy fácil, porque el oso parecía tartamudear, pero después sacaron mucha platica y parecían conectar en algunas cosas. Para sorpresa de muchos, Spreen estaba hablando animadamente con alguien y sin ser cortante.

Y Robleis con su especie de detector gay, noto algo más en esos dos chicos.

Más cuando empezaron una pequeña amistad. Dándose cuenta como Carre movía sus orejas en señal de nervios cuando hablaba con Iván, y este se volvía el ser más sonriente y hablador cuando nunca era así con nadie.
Ese peculiar comportamiento que no había tenido hasta ahora Spreen, le resultó muy curioso, y sacó sus propias conclusiones. Pero no quería asimilar nada y quedar como un tonto después, fue una pequeña teoría, y esta se fortalecía con el tiempo, y esa teoría podía llegar a ser real.

Tan real que ya no hacía falta considerarlo como una suposición, sino como un hecho.

Spreen estaba enamorado y eso nadie se lo iba a negar. Solo él mismo Buhajeruk parecía negarse.

Y hoy, aprovecharía al máximo la oportunidad de juntarlos más. ¿Como lo haría? Muy simple. Había algunas veces en las que Rodrigo se quedaba solo en su casa, y siempre que pasaba esto, el gato lo llamaba para jugar o escuchar música al tope. Amaba mucho estos días, porque lo que le hacía feliz era divertirse junto con Carre como su mejor amigo, pero esta vez tendría que perderse uno de esos días, tristemente.

Tenía una especie de plan que consistía en llevar a Iván también a la casa de Rodrigo, y después fingir que tenía un problema para irse y dejarlos solos. Haber si el amor hacia su magia.

Y ahí estaba, caminando con el oso al lado de él, quien parecía estar muy nervioso por ir, pues hasta sus orejas se escondían entre sus cabellos oscuros.

Pero no dudo en aceptar cuando escucho la propuesta, ahora se arrepentía horriblemente.

─¿Por qué de la nada se te ocurrió invitarme?─

─Es que, buscábamos a un amigo más, y no había alguien más que tú─ Respondió el cabello castaño.

─¿Por qué no con Juan? Se llevan mejor con él, hasta Betra─

─Juan se la pasa intentado conquistar a Ari de nuevo, y Betra.... No lo sé, hablo con él, pero creo que Carre no mucho─

─Eso suena muy creíble─ Rodó los ojos y siguió caminando.

─Ya llegamos, su papá no está y no volverá hasta el día siguiente, puedes estar tranquilo, se que te odia─

Spreen tembló un poco cuando le dijo eso, y se sintió estúpido, él no le tenía miedo a nada.

Tocaron la puerta y no pasó mucho tiempo para que Rodrigo los dejará pasar. Y ver aquella sonrisa hizo el corazón de Spreen palpitar, no podía analizar como aún vistiendo unos simples shorts y una camisa holgada se seguía viendo tan bien, ese chico tenía algo que lo hacía delirar y dudar de sí mismo.

𝘜𝘯 𝘰𝘴𝘰 𝘦𝘯 𝘯𝘦𝘨𝘢𝘤𝘪ó𝘯 [𝘏𝘢𝘱𝘱𝘺𝘣𝘦𝘢𝘳] [𝘊!𝘙𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora