Capítulo uno.

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Escucho la alarma a lo lejos y quiero que deje de sonar porque quiero seguir durmiendo, pero sigue y sigue repitiéndose y molesta como un grano en el culo.

No lo he tenido pero creo que sería molesto como esta alarma ahora mismo.

- Callen esa alarma dios mío!!!

- Pues adivina que no puedo porque es mi jefe y está llama que llama pero no le puedo contestar porque seguro es para que vaya al trabajo pero es domingo y son las DOCE DEL MEDIA DIA Y TE TIENES QUE PARAR PORQUE ESTÁS EN MI SOFÁ.

Me pare del tiro al escucharlo y al ver al mi alrededor me doy cuenta que definitivamente estaba en un sofá y no me recuerdo cómo llegué ahí.

- Pero si es mi queridísimo amigo Daniel, como te trata esa vida? - Lo miré con una sonrisa en mi cara mientras él tenía una cara que quería matar a media existencia - Ya veo que bien pues a mí de la mierda.

- Por llegar ayer a las una de la mañana a molestar mi sueño y mi vida te toca hacer el almuerzo y rápido que ya tengo hambre por favor.

- Que educado señor... ¿Cómo le digo? Señor amargado? JAJAJAJA.

A él no le gustó la broma así que me paro del sofá y me meto al baño para asearme.

Dios mío el dolor de cabeza me va a volver loca, no debí de beber tanto ayer.

Mi vida empezó a ser una mierda desde que el día de ayer mi jefe me despidió porque le ronco del culo hacerlo.

¿Cómo despedirme solo porque así quiso el muy desgraciado? Era una de las mejores, lo odio.

Aunque recordando dijo que su hijo es el nuevo jefe y no le gusta trabajar con personas muy jóvenes y no muy bien capacitadas.

El muy imbécil me dijo estúpida, y acá el estúpido es él por despedirme.

Para ponerlos en contexto, después de llegar de mi queridísima vacaciones me fuí al trabajo un lunes por la mañana.

Todo estaba de maravillas hasta que al entrar me dijeron que el jefe me llamaba.

Y era para despedirme por esa estupidez.

Salí del baño y fuí a la cocina para preparar el almuerzo rápido pero antes me tomé un analgésico para la resaca.

- Por qué te despidieron Jes? acaso golpeaste a alguien?

Lo mire con incredulidad.

- Pero yo soy un pan de Dios que no se trave a golpear a nadie - Lo miré con un puchero y el me puso cara de "enserio? porque no te creo" - Enserio no sé cómo crees que golpearía a alguien en el trabajo.

- Hay puros viejos babosos así que creo que te despidieron porque uno se propasó contigo y lo mandaste al hospital pero a la única que despidieron fue a tí porque el jefe es un machista de mierda.

-Wao, y eso que la escritora soy yo  JAJAJA, no fue así solo que el jefe es otro y el muy imbécil me dijo que que su "adorable" hijo no le gusta trabajar con personas jóvenes y que no estén capacitadas, Y YO ERA LA MAS CAPACITADA ENTRE TODOS ESOS VIEJOS.

- JAJAJAJA no te alteras que después la vecina chismosa hace que me boten - mi amigo tiene una vecina muy "cariñosa" que siempre se vive metiendo en dónde no la llaman- tu antiguo jefe es un idiota, ¿por qué cuando esté el nuevo jefe vas y le pides trabajo?, seguro él no sabe que trabajabas ahí, ya que el idiota hizo limpieza como para que su hijito no pasará ese estrés.

Se me olvidó decir que mi amigo Daniel es muy inteligente y siempre me saca de mis problemas aunque no les conste.

- Pero que inteligencia, lo haré y será dentro de una semana, y gracias por no botarme a la una de mañana -le sonreí mientras el me volvió a mirar con ganas de mandarme al otro plano terrenal - te amo por eso siempre serás mi amigo y yo sé que también lo haces no tienes que decirlo.
- Lo que hago es odiarte no amarte, traes a mi vida desgracias.

Las consecuencias de un parloteo. [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora