Una semana después y se encontraba sentada en una de las mesitas de madera que había en la feria. Sus amigas habían ido por algodón de azúcar y Josie se había quedado a cuidar el puesto. El parque de diversiones era magnífico. Todas parecían estar pasándola bien, a excepción de Josie, que llevaba todos estos últimos días deprimida. Aun recordaba el rostro de Hope, tan roto y en verdad parecía muy golpeada por las palabras que le había dicho Josie. La castaña se arrepentía mucho.
Lo peor de todo es que después de aquella pelea se había encontrado con la cobriza. Al igual que otras veces, la había fastidiado con sus amigas, solo que había algo diferente. Cuando la estaba insultando, no tuvo ni una vez la oportunidad de observar sus ojos fijamente, Hope siempre parecía evitarlos o de alguna manera la insultaba desde lejos, sin querer acercarse.
Ya comenzaba a desesperase, porque Josie quería ver ese color azul marino que le quitaba el aliento. Sentía como una necesidad, una ridícula y patética necesidad de ver sus ojos para poder estar en calma consigo misma. No había ayudado en nada el nuevo pensamiento acerca de la cobriza: Querer besarla.
La quería besar y eso la asustaba, era otra necesidad que la hacia temblar de pies a cabeza cada vez que la veía. Observaba el rostro de Hope y sin poder evitarlo los ojos se le iban a su boca, tenía los labios más hermosos del mundo y Josie solamente tenía unas ganas desesperantes de morderlos y besarla hasta que le doliera sus propios labios.
Suspiró ¿Qué demonios le estaba sucediendo? No creía que fuera muy normal el soñar todos los días con la misma chica y desear besarla. Más si no era su amiga, más bien lo contrario. Era la chica que le hacía la vida imposible y ahí estaba Josie, suspirando por la cobriza.
Cada vez... cada vez más las palabras de Hope hacían eco en su mente "¿No será que estas enamorada de mi?” Y en verdad, Josie intentaba convencerse de que no era así, imposible. No, era una locura.
—¿JoJo, estas bien? —pregunto Lizzie, acercándose a su amiga.
Llevaba una gorrita de oso en la cabeza, que había ganado en unos juegos.
—Si, claro—mintió, sabía con antelación que, si les contaba a sus amigas respecto a su problema, ellas comenzarían a delirar.
—¿Quieren ir a las tazas giratorias? —pregunto Elena al llegar, había rastro de azúcar en sus labios.
—¡Será divertido, vamos! —ánimo Lizzie, jalando a Josie y a Maya de las manos hasta llegar a la atracción y estuviera arriba de ella.
Estaban bajándose de los carritos cuando vieron a lo lejos al grupito, parecía que la realidad despotricara sobre la suerte de Josie. Todo le salía mal, y para joder más las cosas ahí estaba Hope, igual de hermosa que siempre. Llevaba un vestido negro y un gancho en su cabello, reía mientras iba de la mano con Landon y entrelazaba su brazo con el de Penélope. Quería besarla, quería besarla, que la tierra se tragara a Landon. Era una gran idea rondando su cabeza. Soltó un gran suspiro y tomó a Lizzie de la mano, quería alejarse de ellos a como diera lugar.
—Lizzie, ¿quieres ir a la montaña rusa? —preguntó con una sonrisa a su amiga, ella parecía feliz.
—¡Claro!
—Vamos todas—dijo alegremente Maya y las cuatro se fueron a la atracción, dejando a los otros atrás.
Josie logró respirar tranquila por unos segundos, eso hasta que fueron a comprar palomitas de maíz y casualmente allí estaba Hope.
De inmediato los ojos de Hope la vieron, pero aparto la mirada, sin dejar a Josie ver sus ojos azules por mas de un segundo. Bufó irritada y se rio un poco, al ver como Elena intentaba darle de comer palomitas, lanzándoselas, pero estas chocaban en su nariz.
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Rivales | Hosie
RomanceJosie comienza la secundaria sintiendo las burlas del grupo de los populares, entre el grupito de chicas que la fastidian conocerá a la popular Hope Mikaelson. Desde el primer el primer encuentro entre ellas se desatará una gran rivalidad y guerra s...