Está Prohibido Decir Mentiras.

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Gracias a los cielos y a su inmensa paciencia, pudo lograr calmar un poco al joven que aún se encontraba enredado entre su manta.

Pero eso no fue lo suficiente para calmarlo totalmente, pues los ojos del otro lo veía aun con cautela, examinando su persona.

— Creó que a ocurrido un malentendido — Dijo suavemente, queriendo aclarar todo aquello — Y por supuesto me disculpó al husmear en sus pertenencias, no era mi intención — Realmente no lo fué, solo que de algún modo resultó de esa manera — Pero está es mi habitación, y está también es mí secta. Al no saber quién es usted tuve que buscar si no traía consigo algo peligroso, así que-

— ¡¡Espera!!

Fué interrumpido, sin embargo parecía que la otra persona estaba por fin captando el mensaje.

— ¿Tú habitación?

Al ser cuestionado con una pregunta que ya había respondido solo asintió con la cabeza, por otro lado el jóven parecía más ¿molesto? ¿Confundido?

— ¿Cómo puede ser tú habitación? Los profesores me dijeron que está era una habitación vacía y sólo para mí, los demás se quedarían en otras casas más alejadas junto con ellos — Al decir aquello y ver que el sujeto vestido de blanco no parecía entender una molestia surgió en él — Está es mí habitación, no puedes quedarte aquí.

— No entiendo a qué te refieres con profesores y compañeros, no recuerdo que mi secta haya incluído traer discípulos para dar enseñanza, las lecciones se dan solo al comienzo de año, no a mediados.

— ¿Eh? — El tipo estaba loco o sus profesores se habían equivocado — Yo soy un alumno de la Universidad Nacional del país, se supone que estamos en una excursión, visitando las zonas restauradas en dónde antes vivía la civilización de nuestros ancestros... — Con cada palabra que decía el otro solo fruncía más el ceño, no entendía realmente que estaba pasando — En todo casó, no llegaremos a ningún punto si seguimos así, es mejor hablar con los profesores para que aclaren ésto — Sería la mejor forma y así todo acabaría más rápido.

— Estoy de acuerdo con eso, también llamaré a mi tío para saber qué está pasando.

— Claro.. Habla con.. quien tengas que hacerlo — ¿Porque llamaría a su tío? ¿Tal vez era una de las personas encargadas de aquél lugar turístico? — Pero antes... Podrías darme un poco de.. privacidad para poder ponerme algo de ropa?

— Ah!! Discúlpame, saldré entonces.

Después de ver qué aquél sujeto dejaba su celular en el piso junto a su mochila y salía de aquella parte de la habitación dividida, bajó de la cama aún con la manta envuelta en su cuerpo y fue rápidamente por algo de ropa para vestirse y apagar la música de su teléfono.

Después de estar cubierto por ropa que realmente cubría su cuerpo, se acercó a la caja que contenía aquello que aún se avergonzaba de llevar, pero que era un tanto necesario para él, escondiendola en lo más profundo de su maleta mientras guardaba todo de nuevo en su lugar.

Cuando todo estaba guardado y en orden, también fué y tendió la cama, que de un momento a otro apareció en la habitación y no entendió del todo porque el colchón de espuma en el que se había dormido había desaparecido junto a las almohadas y cobijas.

Sus ojos entonces también viajaron por toda la habitación, por alguna extraña razón esa cabaña vieja a la que había llegado, se convirtió en una más hogareña.

⭒۟A M N M M, G A & A S C C𔘓  XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora