Un mal día

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Narra Jess:

7.11am- RIIIIIIIIIIIIIIIING!! RIIIIIIIIIIIIIIIIIIING!!

Entonces fue cuando el despertador interrumpió mis dulces sueños. Alcé mi mano derecha y di un golpe seco donde sabía que se situaba el despertador.
'Buenos días princesa, ¿lista para un nuevo día?' me dije a mi misma antes de levantarme de la cama. Me dirigí hacia el lavabo y me situé frente al espejo. ¡HORROR! Lo que a continuación está escrito puede que dañe sus pupilas, si es que estas son sensibles a lo espeluznante. Bien, ¿continúo? Al mirarme en el espejo, como hago a diario, normalmente me cepillo un poco el cabello y tal, PERO HOY NECESITABA UN BUEN CEPILLADO URGENTEMENTE. Ni se imaginan los pelos de loca que tenía aquel día, la verdad, fue horrible, ¿QUÉ DIGO HORRIBLE? ¡ESPANTOSO!... ¡HORROROSO!

Fingí estar enferma para no ir a la escuela, y así evitar quedar en ridículo delante de todos allí. Bien, pues adivinen, no, no coló y tuve que aguantarme e ir a la escuela con aquel estropajo que era mi pelo.

Lo peor fue, que al primero que vi en todo el día, después de mi madre y mi hermana obvio, fue a Andrés. Puede que a vosotros os parezca normal pero a mí no me hizo ni pizca de gracia.

Narra Andrés:

Salí camino de la escuela y vi a Jess caminando con su hermana en la misma dirección. Pero aquel día Jess iba diferente, si, su pelo... Era graciosísimo, y se veía tan dulce con su cara de enojada... La verdad es que me quedé embobado mirándola y casi me atropella un auto, pero todo bien. Lo peor de eso es que la hermana de Jess me miró y la dijo:

-Jajaja, mira a ese, casi le atropella por quedarse mirando.

- ¡Ay Marisa! ¿Cuándo aprenderás a no burlarte de las desgracias agenas?- respondió ella vergonzosa.

En verdad, pase una vergüenza terrible, pero al parecer todo seguía como normalmente, y eso era bueno, creo. Bueno, seguí caminando hasta llegar a la escuela que se situaba a mas o menos 15 minutos andando desde mi casa. Al llegar, mis amigos me esperaban en la puerta.

-¿Subimos?- pregunté.

-Sí, vamos.- respondió Óscar. (otro amigo mío)

Subimos a clase.

Narra Jess:

¡Buah! Ya empezamos bien el día. Dejé a mi hermana en su puerta de aula y subí a la mía, en el pasillo tropecé con los amigos de Andrés que parecían cuchichear de mí desde el otro lado del pasillo, pero a mi eso en ese momento no es que me importase. Al pasar a clase, mis amigas ya me preguntaron que que tal mi tarde del día de ayer, etc. Es decir, lo de todos los días, a lo que yo respondí con un grandioso 'bien'.

Un poco cansada estaba, un poco nada más. Así que me dispuse a sentarme en mi pupitre al final del aula, aislada de cualquiera. Y bueno, básicamente esperé a que las clases comenzaran.

Narra Andrés:

Estaba en el pasillo hablando con mis amigos cuando pasó Jess. Entonces fue cuando Raúl saltó que me gustaba Jess. Y lo peor es que se pusieron a mirarla y a cuchichear y se dio cuenta, suerte la mía que pareció no importarla demasiado.

El profesor de química entró en el aula y, en fin, pues que empezamos a dar clase. Era un rollo comenzar la mañana con una clase de química con el profesor más amargado del instituto, pero bueno, seamos positivos, al menos hoy era viernes.

El día comenzó como básicamente todos, aburridamente (aunque no se siquiera si esa palabra existe), hasta que por fin, llegó la hora de marcharse a casa.

Estaba comiendo solo como todos los días, ya que mi padre trabaja hasta tarde y, lamentablemente mi madre nos dejo hace ya un tiempo. Entonces fue cuando me sonó el típico 'tilín' en mi teléfono móvil y cogí para ver quien era. Era un Whatsapp que me había mandado Julio preguntando si iba a quedar esa tarde, a lo que yo respondí con un 'sí'. Vamos, lo de todos los viernes. Me pregunto si algún día mi vida sera interesante, en fin.

Narra Jess:

Llegué a casa, comí y llamé a Marina por teléfono para hablar un poco y quedar por la tarde. Me dijo que era una pesada, porque básicamente la llamada fue sobre Andrés, pero ¿qué iba ha hacer yo? No podía evitarlo. Así que quedé con ella en que a las 5.15pm salíamos las dos de nuestras respectivas casas y nos veíamos a mitad de camino en frente de una pequeña tienda de cutridades que había a mitad de camino, donde solíamos quedar todos los viernes con el resto del grupo de amigas.

Supongamos que me gustasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora