Narra Jess:
Terminé el ejercicio y me giré hacia la profesora para oír su respuesta.
- Muy bien- dijo ella.-Puedes irte.Volví a mi lugar, pero espera, la mesa de detrás solía estar vacía siempre, pero esta vez no era así. Pero por desgracia esa no fue mi mayor sorpresa, ojala. Uno de los mejores amigos de Andrés se sentaba allí. Su nombre era Raúl. En ese momento, mientras me moría de vergüenza por dentro, oí un ruidito que parecía llamarme >.
Me volteé ya que el ruido venía de la mesa de detrás. Mi sorpresa fue que era Raúl el que me llamaba.
-¿Es tuya esta goma?- preguntó
-Emmm si-dije vergonzosa y Sonreí.- ¿Donde la encontraste?
-Estaba en el suelo.
-¡Ah si! ¡Claro! Se me debió de caer-cogi el borrador.- gracias.Me di la vuelta y seguí prestando a atención a la explicación de la profesora.
Al cabo del rato la clase llegó a su fin y la profesora de inglés le dio permiso a Raúl para que se fuera a su clase.
Narra Andrés:
Cuando volvió Raúl fui corriendo a preguntarle que tal, a lo que el respondió con un simple: 'todo bien'. Le mire con cara de ignorancia y le pregunté por Jess.
-¿Oye y la chica de delante...?-pregunté.
-¿Quién?¿La morena?
(Info.extra: Jess era alta, delgada, de piel clara, cabello moreno y ojos verdes)
-¿Te "mola"?-Me dijo con una cara un poco pervertida.
-Emmm ¿quien dijo eso?-respondí vergonzoso.
-Lo asimilé- parecía seguro.- entonses, ¿te gusta?Me salvé de ese momento tan incómodo, julio me llamó desde lo lejos.
-Creo que me llaman.-dije mientras me iba mas bien corriendo.
-¡EH!- se quejó, pero yo ya me había ido.Fui con Julio y estuvimos hablando un rato hasta que vino el profesor de la siguiente clase, entonces nos sentamos en nuestros pupitres y prestamos atención.
Narra Jess:
Enserio últimamente la de cosas que me pasan, de verdad. Era hora extra y mis padres no tenían dinero para pagarmela así que yo no me quedaba, pero al parecer Andrés si. Salí de clase sin acompañamiento, ya que mis amigas también se quedaban a esa clase, recogí a mi hermana Marisa y partí rumbo hacia mi humilde hogar. Allí hice lo típico, cosas cotidianas, es decir, que normalmente hago todos los días. Y bien son cosas como hacer deberes, limpiar y ordenar mi habitación, prepararle la cena a mi hermana y acostarla. Osea que hasta que terminaba esto ya era casi la hora de cenar. Así que decidí tomarme un tiempo de ocio y diversión hasta que mi madre volviese de trabajar. Cuando mi madre llegó mas o menos se acercarían las 11 de la noche, me preguntó lo de todos los días:
-¿Tú hermana está ya en la cama?
-Si mamá, la acosté a las 9.45, como todas las noches.
-Me parece justo.
-Bueno, ¿cenamos?
-Sí, que hoy traigo un hambre...
-Gracias por la información.-dije con demasiada ironía.Mi madre y yo cenamos y luego me puse a ver mi programa favorito de la tv que solían echar a esas horas. En fin, que a la 1.00am ya estaba en la cama. Otro día normal más a la lista.