One Shots Natasha Romanoff

Renacimiento de la Muerte

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Steve mantiene a Clint al tanto de las visitas de Yelena, cómo te ves y cómo actúas cuando ella está allí. Le complace saber que ustedes dos se están ayudando a curarse mutuamente, aunque todavía está preocupado por tu salud mental y física.

Después de conocer a Yelena, después de Navidad y Año Nuevo y de que las cosas volvieran a la normalidad, Clint reflexionó sobre todo. Piensa en Natasha y su sacrificio, claro que lo hace, no ha parado de pensar en ello desde que sucedió. Pensando en la mirada en tus ojos y en tu cara cuando él volvió solo y como le habías hablado en su tumba. Aún así, piensa y piensa durante los próximos meses, sus conversaciones con Steve le recuerdan el amor y el anhelo que sigue a su mejor amiga más allá de la tumba, que lo persigue día y noche.

Va a visitar la tumba de Natasha nuevamente, se para allí y piensa en cómo está vacía, cómo murió a miles de kilómetros de su casa, de cualquier cosa familiar, de las personas por las que luchó y murió para salvar. Él recuerda la forma en que ella le dijo que la dejara ir, sabiendo que él tenía hijos a quienes volver, y mientras ella te tuviera a ti, no podía hacerle eso a su familia. Él sigue meditando sobre su sacrificio hasta que Laura finalmente lo hace hablar con ella, y su sugerencia después de cuatro noches seguidas de hablar durante horas lo hace sentir como un idiota por no pensarlo él mismo.

—¿Por qué no le preguntas a Strange, verdad? ¿Pedirle que abra un portal y la tome y la entierre aquí? ¿Sería eso mejor? ¿Tal vez? —Laura también extraña a Natasha y no puede explicar lo agradecida y devastada que está por su sacrificio. Sabe que fue por ella y los niños, y se siente tan culpable y agradecida al mismo tiempo.

Clint mira a su esposa por unos momentos y luego la llama genia, corriendo a buscar su teléfono. Ella le hace enviar un mensaje de texto a Steve primero, para hablar sobre su plan, y después de sentarse por un minuto, piensa que es una buena idea y acepta esperar y hablar no solo con Steve sino también con Sam y Bucky. Aún así, se duerme mucho más fácilmente esa noche, finalmente sintiendo que finalmente está haciendo lo correcto por su difunta mejor amiga.

Una vez que los tres han hablado, Clint llama a Stephen Strange y pide verlo, queriendo hacer esta solicitud en persona. Él sabe que es una gran petición, pero también está listo para enfrentarse cara a cara con este hechicero para que el cuerpo de su mejor amiga regrese a la tierra. Con el fin de darle una sensación de cierre y quizás también regresarla a la tierra.

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Acuerdan encontrarse en la ciudad en alguna cafetería anodina; Clint lleva gafas de sol y una gorra de béisbol, tratando de pasar desapercibido. Piensa con nostalgia en los días antes de que todos los hombres, mujeres y niños del mundo supieran quién era y qué aspecto tenía. Piensa en misiones encubiertas pasadas. Piensa en Budapest. Se aclara la garganta y da un sorbo a su terrible café.

Cuando aparece Strange, Clint se endereza en su asiento y espera a que se siente.

—¿Bien? —Y mierda santa, Clint recuerda por qué no le gusta particularmente este hombre, su arrogancia abrumadora con una sola palabra. Se recuerda a sí mismo que necesita un favor de este tipo y se calma lo suficiente como para comportarse educadamente.

—Necesito ayuda, necesito un gran favor. —Strange simplemente se sienta allí y espera. —Quiero ir a Vormir, donde Natasha, donde ella, de todos modos... Quiero recoger su cuerpo y llevarlo a casa para que podamos enterrarla. Por favor, sé que es mucho pedir, pero su esposa está hecha un desastre, y su hermana está desconsolada, y pensé que sería bueno que supieran, al menos, que su cuerpo está aquí, para que puedan visitarla. —Se detiene, respira para seguir adelante, desesperado por persuadirlo para que lo ayude, pero Strange lo interrumpe.