El Oscuro Salvador

Capitulo 1

Soy Lydia y nunca pense que algo en mi familia fuese anormal hasta que di de lleno con la realidad. Siempre pense que mi familia era tan aburrida que incluso las ostras escapaban de ella, pero no es asi, sobre todo aquella vez cuando...Bueno, bueno, voy a empezar de nuevo.

Mi nombre es Lydia, tendo dieciseis años recien cumplidos y soy la tipica marginada social. Genial. Seguramente estateis pensando, «que rollazo de libro, el tipico libro de marginados por tener algun tipico poder que no sabe la chica, y que los demas lo notan inconscientemente». Pues no, estais muy equivocados. Me automargino. A todos a quien se lo digo se quedan en blanco. ¿Porque nadie me entiende?

Volviendo al tema, me automargino porque en mi instituto nadie me cae bien.

Se quejan de tu ropa, de tus notas, de tus habilidades y sobre todo de tu vida social. ¡A quien le importa mi vida social! Parece ser que para restregarmela por las narices. Estoy en un instituto en una importante ciudad cerca de Denver, no tanto para ir andando pero tampoco para coger el tren.

Vivo con mis padres y mis dos hermanos, Nick y Esk. Mis abuelos murieron cuando era pequeña tras venir a visitarme un verano y caer enfermos a los pocos dias de regresar a su casa. Fueron los unicos "vivos" en esta casa, ni siquiera estos hermanos mios son tan revoltosos como los de mis compañeros. Siempre les pillo las manos en la masa en alguna de las pocas travesuras que hacen y luego vienen a recompensarme. Muchas veces me he preguntado si era por la edad pero pasan los años y no cambian. Tienen 10 y 8 respectivamente, y yo a su edad era considerada el demonio de Tasmania de la familia.

Siendo de la misma familia no entiendo como mis hermanos y yo podemos ser mas distintos. Ellos tienen el pelo rubio con rizos y unos aluciantes ojos verdes mar, sin embargo yo he heredado, y no se como porque ninguno de mis padres se me parece, un simple pelo negro con unas ligeras ondas y unos grandes ojos negros como obsidianas, lo unico notable en mi. Ademas de esto, mientras que mis hermanos son rechonchitos y bajos (aunque eso se mejora con el paso de los años al crecer) yo soy bastante alta, sobre un metro ochenta y delgada. Mis padres siempre me han dicho que me parezco mucho a mis difuntos abuelos que eran altos y esbeltos como pinos. Debo admitir que tienen razon.

Por cierto, mañana va a ser mi primer dia de instituto este nuevo curso despues de un tranquilo verano. Como odio que se acabe el verano y tener que volver al instituto con mis queridos "amigos". Deseadme suerte. La necesitare.