Capitulo 4

13 1 0
                                    

A la mañana siguiente me desperte con dolor de cabeza y pense que era culpa de Trevor. Me plantee el exagerar un poco mi situacion y decir que no puedo ir al instituto, pero no vale la pena, sino en dos dias ya habre perdido muchas clases y le dare mas razones a Trevor para molestarme.

Me levante despacio pero perdi el equilibrio y por poco me caigo. Espere a que mi vista se enfocase y que el suelo dejase de dar vueltas y cuando lo conseguí me fui al baño. Me arregle rápidamente y baje a desayunar.

- Buenos días Lid- me saludó mi querido hermanito Esk.

- Buenos días renacuajo- salude yo. Si a mí me llamaban así de pequeña ¿porque a ellos no?. Además no les gustan que les llamen así, así que mejor para mí. Si para eso están los hermanos mayores.

Desayunamos en silencio comiendo los cereales crujientes con leche hasta que rompi el silencio.

- ¿Qué tal los deberes?-le pregunte con cariño- ¿los has terminado o necesitas ayuda?

- Si me los quieres hacer...-dijo con una mueca que imitaba a un cachorro. A la mayoría de gente le hubiera funcionado, pero a mí no, yo soy inmune.

- No, no, es sólo para ayudar no para hacertelos, que sino no aprendes.

-Jooo

-Adios renacuajo, que sino ire tarde.

Me despedi con la mano y me fui corriendo al instituto con cuidado de no caerme puesto que hoy mi equilibrio andaba un poco mal. Y lo peor de todo que hoy me tocaba gimanaisa, ay noo.

Pasaron todas las horas de clase hasta que llego la hora de descaso y me fui a la cafeteria. Estaba entrando cuando vi que mi mesa en la esquina la ocupaba alguien y ese alguien era Trevor. No podia pedir nada mejor para mi dolor de cabeza.

Cogi la bandeja y con la cabez alta y sin mirarle me dente en el extremo opuesto de donde se habia colocado, pero el muy cara dura lo que hizo fue moverse para estar mas cerca mio, por lo que cambi d tactica. Me comi mi almuerzo lo mas rapido que pude dejando de lado los deberes, total, esto es mas importante y me encamine hacia la biblioteca a hacerlos.

Justo cuando ya acabo el instituto y ya salia por la puerta, adivinad quien vino corriendo detras mio, Trevor.

¿Que querra esta vez? Pero como no queria saberlo apresure el paso, esperando que captase la indirecta, pero para mi desgracia no. Siguio corriendo esta vez mas rapido y por mi desgracia me alcanzo.

-Hola Lydia-saludo con quizas demasiado entusiasmo- ¿que tal si damos una vuelta?

Muy a mi pesar tenia que seguirle el juego, no queria meterme en problemas si se daba el caso de que una alumna anonima le pegaba a un alumno nuevo y huia. No, claro que no.

Caminamos en silencio un rato, guiandole yo pero no hacia mi casa, no queria tenerlo como mi acosadro especial, en sueños y en la vida real. Al final me atrevi a romper el silencio.

-¿Que quieres de mi?

-Wao, directa y al grano, cada vez me caes mejor-repondio con una de esas sonrisitas que me hacian ponerme de los nervios.

-Limitate a responderme.-gruñi preguntandome cuanto tiempo tendria en el caso de que le diera una paliza y huyera, ya que no me apetecia aguantarle.

-Vale.- se puso serio, y eso me dio un poco mas miedo. Desde que lo he conocido rara vez lo he visto tan srio como ahora.-No te asustes pero resulta que hay unas hadas oscuras que te quieren eliminar y otras que te quieren viva y ayudar para que haya un equilibrio entre las cosas.

Me pare en seco nada mas oir "no te asustes". ¿A quien se le ocurre empezar una oracion asi? ¿Es que no se da cuenta de que cuando se empieza asi cunde el panico como la polvora? Lo que dijo de alguna manera se parecia a la misteriosa frase de uno de los sueños pero aun asi mis dos unicas reacciones a decantarme fue: o reirme en su cara o salir corriendo llamando a un policia y de paso a un psiquiatra. Me decante por l aprimera, a fin de cuentas estaba hablando con Trevor que lo mas probable es que fuese todo una enorme broma pesada. Cuando por fin acabe de reirme como una histerica me miro de una forma rara, como de pena y culpa. No me preocupe de el y esta vez si que cambie de direccion para ir a mi casa.

-¡No te vallas, te he dicho la verdad!- me grito intentando hacerme entrar en razon pero le ignore y corri lo maximo que pude hasta que por fin pude divisar mi casa y derrumbarme en mi cuarto.

Su tono de voz me parecio desesperado como si hubiese fallado a una mision o algo por el estilo, lo que no sabia es que habia sembrado una semilla de duda en mi interior, y me prometi escontrar algo de mis abuelos muertos, que era lo que parecia mas sospecho de mi familia, exceptuando el hecho de que no me parecia en nada a mis padres.

Me pare en la puerta y me sente en el suelo delante de ella como si quisiera protegerme de las cosas malas...o de las verdades demasiado dolorosas.

Llore hasta que mis ojos se vaciaron de lagrimas y se hinchasen y me acurruque en el suelo. Estaba en un estado de shock. Lo unico que podia hacer era pensar y pensar.

Al dia siguiente seria sabado, miraria todas las fotos o cualquier pista que tenga que ver con ella y su familia. Queria saber la verdad. Queria saber todo, aunque no sea lo que espere.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 04, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Oscuro SalvadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora