Capitulo 22

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Maratón 3/4
(Lasso - Hasta Ese Dia).

Charles.

Estoy frente al espejo terminando de abotonar una de las mangas de la camisa, una vez listo arreglo el cuello de la misma desabotonando el primer botón para sentir un poco de aire y observo la chaqueta en el respaldo de la silla sin ninguna intención de colocármelo, aunque no creo que le importe si no voy a la ceremonia con traje. Hablando de la reina de Roma, justo Maeve sale del baño corriendo hacia la cama para colocarse sus tacones.

—Es de mala suerte que te vea antes de la ceremonia —le digo dándome vuelta para mirarla de frente. Su vestido blanco es sencillo, pero lo suficiente elegante para la ocasión, con detalles en dorado que hacen que luzca como una diosa griega, mi propia diosa en la tierra.

—Eso solo aplica para los novios el día de su boda —responde riendo por mi ocurrencia, levantándose para alisarse el vestido.

—Bueno, ese no es un hecho que esté tan lejos de suceder —le digo acercándome y tomándola por la cintura.

—Tranquilo vaquero, aún hay tiempo —dice dándome un beso y separándose—, pero justo ahora llegamos sobre la hora, así que será mejor que nos demos prisa —demanda saliendo de la habitación.

Ignoro la chaqueta y salgo detrás de ella, revisamos que tengamos todo con nosotros y salimos del departamento, cinco minutos después ya estamos saliendo del edificio camino a la universidad, lo bueno es que está relativamente cerca, considerando que estamos en Toronto.

Ha pasado un mes y medio desde que le pedí a Maeve que estuviéramos junto de manera real y puede que suene un poco exagerado, pero han sido los mejores cuarenta y cinco días de mi vida, ¿Hemos tenido peleas? Si, sobre cosas muy absurdas, como yo siendo un idiota por molestarla o dejar que cotufa se escapara en el parque, pero puedo decir que en mi defensa no esperaba que saliera corriendo, creí que ya estaba cansada, la cosa, es que no he sido tan feliz en toda mi vida como lo he sido en las últimas seis semanas, puede ser subjetivo, pero no me importa.

Observo de reojo a una sonriente Blancanieves, tomo una de sus manos y la llevo hasta mis labios besándola, ha estado esperando este momento desde hace meses y por fin está sucediendo —aunque es terrible que hagan una graduación en pleno verano—, tuvo que hacer todos los trámites y papeleo necesario al ultimo momento, pero lo logró.

—Oye, la señora esta de la editorial, ¿Aun no ha llamado? —pregunto desviando mi mirada unos segundos hacia ella.

—No, no lo ha hecho, pero no creo que lo haga —responde intentando sonar indiferente, pero fallando en el proceso.

Cuando le anunciaron que había logrado pasar la materia la profesora le dijo que había contactado con una de sus amigas y le había enviado el manuscrito de la historia de Maeve, aunque ella no lo admita estaba emocionada por esa pequeña posibilidad y por mucho que se haya negado en un principio a querer ser escritora, justo después de crear su historia y de que le dieran esa noticia, comenzó a reconsiderarlo. Ahora todos junto a ella estamos esperando por esa respuesta y aunque no lo admita, cada día que pasa se decepciona un poco por no recibir dicha llamada, igual no está "tan" concentrada en ello, ha comenzado a buscar trabajo en varias instituciones y también ha comenzado a escribir una nueva historia, además, ha trabajado con distintas marcas en colaboraciones, al parecer todos aman a mi novia y no puedo culparlos por ello.

Llegamos a la universidad minutos después, comprobamos la hora una vez más por lo que nos relajamos cuando vemos que estamos en el margen de hora de llegada de los graduandos, caminamos de prisa hasta el auditorio donde va a ser la ceremonia encontrándonos con todos los adultos que conforman la familia Burguess, Call y Emma a unos pasos de la entrada, los niños se quedaron al cuidado de mis padres, porque —según sus palabras— ellos son lo más cercano a unos nietos en este momento y por un largo tiempo —según mi dramático madre—.

Estamos Fingiendo, ¿No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora