Estamos Fingiendo, ¿No?

Capítulo 13

Advertencia: En efecto, no me hago responsable de nada. 

(SoMo - Or Nah).

Maeve.

Cierro la puerta del departamento y me apoyo en ella soltando una exhalación. Ha sido una larga noche, y creo que apenas es el comienzo. Camino hasta la sala y me dejo caer en el sofá, comienzo a desabrochar las trenzas de los tacones mientras repaso lo que ocurrió.

En diez años Charles nunca se acordó de lo que ocurrió esa noche, ¿Por qué tenía que ser precisamente esta noche? Cuando entró al baño lo menos que me esperaba era que me confrontara de esa forma con respecto a ese beso, ¿Pude haberle mentido? Si, pero soy una mala mentirosa y no funciono bajo presión, ¿Pude haberle dicho que estaba equivocado? También, pero estaba tan desconcertada que no pude pensar con claridad.

Y ese beso no ayudó mucho. Durante años he leído y visto como los protagonistas en las historias de romance besan con pasión, dureza y anhelo a las protagonistas, como dejan de contenerse y simplemente la besan como si fuera la última vez que lo hicieron, cada vez que leía esas escenas o cada vez que las veía siempre llegaba a imaginar cómo se sentiría cuando finalmente alguien me besara de esa forma, y ahora que tuve la respuesta no sé qué hacer con ello.

Eso de que las piernas flaquean cuando te besan, es cien por ciento real. Si creía que Charles besaba como los ángeles, ahora puedo decir que besa como el mismo Dios, el beso fue fuerte, agresivo, lleno de deseo y anhelo, pero sin dejar de ser delicado, ¿Es posible? Al parecer sí. No voy a negar que no deseaba que me besara de esa forma.

«Y quiere hacer cosas malas y sucias, muy sucias».

Jadeo tirándome en el sofá cuando recuerdo esa no tan simple y sencilla oración, Charles no puede pretender decirme ese tipo de cosas y que no me afecten, porque jodidamente estoy afectada, yo también quiero hacer cosas malas y sucias con él, y juro que si no hubiera sido por esa estúpida exposición hubieran pasado cosas en ese baño, luego todo se tornó incómodo. Nos llevaron a todos al jardín donde se llevaría a cabo el after, pero ni Charles ni yo teníamos las ganas de quedarnos más tiempo en la boda, nos excusamos con los novios y tras despedirnos de Emma y Call —quienes estaban compartiendo una mirada secreta— nos marchamos del ahí.

El camino de regreso fue todo silencioso e incómodo, por mucho que intentara pensar en que decir no se me ocurría nada, Charles tampoco hizo el intento de entablar conversación, queríamos hablar de lo que había ocurrido en el baño, pero nos estábamos comportando como unos niños al no saber cómo reaccionar a ello, no soportaba el silencio por lo que encendí la radio esperando que al menos la música aligerara el ambiente y bendita sea mi suerte, justo estaba sonando una canción que, para nada ayudaba con el ambiente y cuando quise cambiar de emisora, Charles no me dejo.

—Déjala, esta interesante la letra —susurró con voz ronca.

Oh si, más que interesante.

Imma, make you scream my name

Imma, make you glad you came

Oh, oh

Super interesante la letra.

«Estúpido Charles».

Don't play with a boss, girl take it off

Take it for a real one, you gon' get it all

Después de ese pequeño momento, continuamos en silencio lo que restaba de camino, solo se oía las canciones que pasan por la radio, la vibra entre nosotros se volvió aún más tensa. En cuanto llegamos al edificio, una vez apago el auto me bajé casi que corriendo y tuve que disimular mi ansiedad para no subir por las escaleras cuando nos guio al ascensor, ¿Quién dijo que era buena idea encerrar a dos personas que están rodeadas de tensión en un espacio reducido? Exacto, la persona que inventó los ascensores, fue el minuto y medio más largo de mi vida, una vez que llegamos al piso que correspondía, hui llegue rápido a la puerta del departamento abrí lo más rápido que pude y entre sin detenerme a verlo, porque si, huir me parece mejor que enfrentarlo en este momento.