Nueve

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Domingo. Dia de la carrera. 

Era lo único en lo que pensaba desde la noche anterior y en lo que había estado pensando desde que abrió los ojos esa mañana. No había conseguido la pole, pero al menos tenia la cuerda en la primer vuelta. 

Despertó a las cinco am, nervioso y harto de dar vueltas en la cama sin poder dormir. Las carreras jamás lo habían puesto tan ansioso como esa en particular, no entendía porque, pero estaba impaciente por correr. Sabia que algunos miembros del equipo ya debían de estar despiertos y trabajando, el mismo lo había comprobado algunas veces, pero en ese momento no estaba de animo para buscar a nadie.

Durante una hora se entretuvo mirando televisión y usando el celular, cuando dieron las seis de la mañana comenzó a prepararse para ir al gimnasio del hotel, le gustaba hacer ejercicio antes de correr. Desde que tenia uso de memoria había hecho la misma rutina antes de cualquier carrera. 

Haría una rutina mas relajada de lo habitual en el gimnasio, se ducharía y bajaría a desayunar con Carlos como siempre. 

El gimnasio estaba vacío cuando el llego y se mantuvo solo un rato así, pues Carlos llego tan solo quince minutos después de el. Ambos eran callados por la mañana por lo que  apenas hablaron mientras hacían sus ejercicios, ambos enfrascados en si mismos. 

-¿Te apetece ir a nadar después de salir de aquí?-pregunto Carlos cuando ya llevaba un rato allí.

-Claro, yo ya he terminado, pero subo para ponerme el bañador y te espero ahí-respondió Charles. 

Se acerco hasta el banco donde había dejado sus pertenencias, una pequeña toalla blanca y una botella de agua ya vacía. Se desvió para saludar a Carlos con un apretón de manos y luego abandono el lugar. 

Se cambiaria de ropa y luego esperaría a Carlos en la piscina del hotel. El día estaba terriblemente caluroso y pesado, por lo que decidió darse un chapuzón apenas llego al área de la piscina. Iba a ser un día muy largo. 

 Mientras nadaba lo único en lo que podía pensar era en una despampanante y bonita rubia que lo estaba volviendo loco hacia ya varios días y de la que no sabia nada desde que había llegado al hotel el lunes por la noche. Había terminado de confirmar donde se hospedaba el equipo de Mercedes este año en una conversación forzadamente casual con uno de los mecánicos, claro que, de igual forma, Mercedes Team siempre se hospedaban en el mismo hotel. 

No había hablado con nadie mas que con Pierre sobre el tema y es que tampoco le había contado a el sobre lo sucedido en Mónaco luego de que el francés se hubiera ido, sabia que cualquier rumor tal vez podría traerle problemas a Sira y esa no era su intención. 

Aun seguía sin comprender porque, después de tantos años estando en el mismo ámbito tan chico y selectivo no la había conocido hasta hacia unas semanas atrás, ¡Pero si era la hija de la directora ejecutiva del equipo líder durante ocho malditos años!¿Como diablos no se había enterado siquiera de que Anne Clark tenia una hija?¿Acaso era un tema tabú en el paddock?¿O es que el era demasiado despistado?.

¿Y que era esa maldita regla?¿"No salir con nadie del ámbito"?¿Que diablos significaba eso?; no recordaba haber escuchado nada parecido durante todos sus años corriendo para equipos realmente importantes o destacados, de hecho, no recordaba haber escuchado algo así en todos los años que llevaba en la formula uno.

Le parecía de muy mal gusto que un contrato te prohibiera con quien salir. Sobre todo porque esa maldita clausula estaba interponiéndose entre una bella rubia y el. 

Carlos le interrumpió los pensamientos con un chapoteo de agua que fue directo a su cara, seguido de una carcajada. 

-¿Has esperado mucho?.

Intrepid Curves || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora