Trece

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Sus pruebas, como para todos los equipos de la parrila, eran las practicas previas a las carreras; donde se permitían errores y controles, se probaban cubiertas, rendimientos, el asfalto, las estrategias...Esos momentos eran esenciales para el desarrollo del auto, de los pilotos y del equipo. 

Gracias a la primera practica los mecánicos pudieron encontrar un defecto en el piso que los estaba haciendo mas lentos, pero eso fue todo lo que pudieron avanzar y, para la tercera practica todos en el equipo ya habían asumido que no podrían hacer mas nada por el auto, por lo menos no para esa carrera.

Ella estaba optimista en cuanto a las posibilidades del equipo ese fin de semana; había hablado personalmente con Lewis y George sobre el auto y, aunque Lewis aun estaba un poco inconforme con el rendimiento del auto, los dos tenían una postura optimista también. 

¿Qué mejor que el piloto tenga fe en sus chances de ganar o de subir al podio al menos?.

Nada. Ya habían presenciado momentos en los que los pilotos eran mas que el auto y gracias a ello habían ganado. Lewis y George apuntaban hacia el podio y Sira se conformaría incluso si alcanzaran la cuarta y quinta posición.

Había mantenido largas y serias conversaciones con Sean, con su madre, su padre, la junta directiva y...Con Cassidy.

Aunque no se le podía llamar conversación a lo que había tenido con Cassidy, pues se habían limitado a pedirse perdón la una a la otra al menos unas diez veces mientras se abrazaban. Cass se le había pegado como una lapa desde entonces y apenas se había separado de ella.

Sira la amaba por supuesto, pero quería su espacio. Lo que eso la llevaba hasta ese momento en la cafetería del paddock mientras bebía un grandioso milkshake de chocolate y chequeaba sus redes sociales en su teléfono celular.

La practica había terminado hacia ya media hora, por lo que el lugar ya tenia bastante movimiento y el bullicio comenzaba a ser cada vez peor. 

-Han mejorado, tal vez podría competir con alguno de ellos este fin de semana. 

-¿Ya me hablas?-un par de hipnotizantes ojos verdes chocaron con los de ella.

-¿A que te refieres?-Sira alzo ceja.

-A que me has ignorado desde que pisaste el circuito ayer. 

-Eres demasiado frontal, ¿Te lo han dicho?-un matiz molesto se hizo presente en la voz de el. 

-Lo considero una cualidad.

-Eso parece.

-¿Vas a responderme?-como alguien que preguntaba las cosas de frente, esperaba que le respondieran de esa misma forma.

-Si, no sabia que decirte y creí que era mas fácil para ambos que te ignorase hasta saberlo-se encogió de hombros tratando de restarle importancia a su respuesta.

-¿Tu excusa es que repentinamente te pongo nervioso? Pues lo siento, no tenia idea de que hablaba con un adolescente.

-De acuerdo, ahora estas siendo muy grosera.

-Considero mas grosero que me ignoren y finjan que no ha sucedido nada importante-la sonrisa sarcástica de Sira le termino de confirmar que estaba enfadada. 

-Como yo lo veo, no estoy fingiendo nada.

-Vives en el departamento debajo de mi nuevo apartamento-Charles dejo que un pequeño silencio incomodo.

-¿Qué puedo hacer para arreglarlo?.

-No hay nada que arreglar, Charles, solo quería saber porque me has ignorado desde que llegaste y ya lo se, por lo tanto, ya puedes dejarme en paz.

Intrepid Curves || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora