Día 1 - Biblioteca

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Ir a la biblioteca jamás había sido una de sus actividades favoritas, aquel lugar, lleno de incontables libros, le generaba aburrimiento, y no entendía a aquellos que podían pasarse allí por horas, al menos no lo había entendido hasta hace algunos días...

Ahora ella amaba aquel sitio tan inmenso que se encontraba en su instituto, pero no era precisamente por algún libro o género en específico, más bien era por cierta persona que siempre se hallaba tras el escritorio de recepción, colaborando a los demás.

El nombre de aquel chico que la cautivaba era desconocido, todos sus compañeros lo llamaban por su apellido, aunque eso no impidió que la chica quedará impresionada ante tal belleza que el destino pudo presentarle. Su apariencia física era perfecta, grandes ojos color jade, hermoso cabello castaño y labios tan rosados que solo la hacían querer probarlos, aunque la chica opinaba que era solo por su apariencia, la personalidad del contrario la fue conquistando poco a poco, era varonil, amable y algo frío, pero se acostumbraría a lo último tarde o temprano.

Era temprano y se dirigía a la biblioteca, al parecer ahora necesitaba verlo todos los días, ya no había vuelta atrás.

— Hola, buen día —Sonrío la alegre fémina llamada TenTen a un estudiante en especial, quien ayudaba en la biblioteca cada día.— ¿podrías ayudarme a buscar los libros de matemáticas? Debo presentar un examen y no entiendo muy bien los temas que se preguntarán.

Habló sin pausa y sin medida, era uno de los tantos arrebatos que el castaño le producía, le contaba cualquier cosa por mínima que fuera, y, luego se ponía nerviosa por hablar demasiado, tal vez le incomodaría su actitud tan efusiva.

— Buen día —Devolvió el saludo el contrario mientras fruncía su ceño pensativo.— Entiendo, déjeme buscar la información que requiere. —Tecleó algunos números clave en su computadora y aparecieron varias secciones de aquel lugar, segundos después el chico encontró el indicado.— Debe dirigirse al pasillo tres, segunda sección, allí podrá encontrarlos.

La miró por unos segundos sin recibir respuesta, luego noto que la chica mordió su labio inferior nerviosa.

— Mmm, aún no logro ubicarme en este lugar tan grande, podría perderme —Jugó con su pelo sin mirarlo.— ¿me llevarías hasta allí? Por favor —Volvió su mirada a él con un leve puchero de súplica.

Él simplemente suspiró levantándose de su silla.

— Está bien, la acompañaré, pero antes debo llevar estos libros. —Agarro los objetos mencionados formando una pila de ellos.— Sígueme.

Ambos emprendieron su camino pasando por varias secciones, su primera parada fue la sección donde se hallaban las novelas fantásticas, allí el estudiante empezó a acomodar cada uno en su puesto, mientras tanto una atenta mirada lo observaba como si fuera lo más interesante del mundo. Tosió un poco y le volvió a indicar que siguiera su caminar, al llegar al apartado que la chica necesitaba la miró, esperando por si necesitaba algo más.

— Muchas gracias, eres muy amable. —Mencionó ella intentando alcanzar uno de los libros que se encontraba en la sección más alta.

El mayor al notar que le era algo imposible alcanzarlo se acercó, dejando el cuerpo de la chica al frente suyo y bajando el objeto.

— Neji —Susurró en su oído de forma lenta y luego se alejo un poco.

— ¿Ah? —Preguntó confundida mientras él le extendía el libro.

— Ese... —El ojijade sonrío de lado.— es mi nombre.

Sin más por conversar el chico dejó el libro en las manos de la muchacha y desapareció por los largos pasillos, dejando a la chica con su corazón acelerado.

Nejiten Month 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora