Prólogo

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—Elisabeth, ¿has sacado de casa a nuestra hija sin mi consentimiento?

Su madre y Ada hicieron silencio nerviosas.

—¡RESPONDE! —amenazó su padre cogiendo un cuchillo de la cocina.

Ese día era el octavo cumpleaños de Adarys, y su madre se la había llevado a escondidas por una puerta secreta que había atravesando la cocina.


—Bryan yo..

—¡Tu qué! ¡Quieres dejarme en ridículo mostrando a nuestra hija por la aldea! ¡Eso teniendo en cuenta de que sea mi hija claro!

—Eso no lo dudes ni por un instante Bryan. Es tan tuya como mía —dijo su madre levantando la cabeza.

Adarys estaba escondida detrás de su madre, y tenía tanto miedo, que se había orinado encima.

—En ese caso, ¡por qué diablos tiene ese color de pelo tan horrible!

Su padre había comenzado a acercarse demasiado.

—¡Pues por qué tengo familiares lejanos con ese mismo color, ya te lo he dicho cientos de veces!

—Ni se te ocurra levantarme la voz Elisabeth. Tráela. Ahora.

Su madre agarró a Adarys por el brazo aún más fuerte.

—¡HE DICHO QUE AHORA!

Adarys no aguantó mas y comenzó a correr directa hacia sus aposentos.

Esa noche, acabó muy mal, pero a pesar de la violencia de su padre, las cosas mejoraron y Adarys se crió encerrada en palacio.

La Guerrera De La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora